Escambray Periódico de Sancti Spíritus
El artífice principal del grupo de creación artística Forjaluz, José Antonio García Echemendía falleció este 4 de julio en la ciudad de Sancti Spíritus.
Miembro de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) y perteneciente con su proyecto a la filial espirituana del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), se distinguió por dirigir un grupo referente a nivel de país por crear productos herederos de las artes tradicionales más auténticas de nuestra isla.
Cuando para muchas personas resultó una quimera, José Antonio inauguró su primer taller en la esquina de las calles Rosario y Tello Sánchez, en la ciudad del Yayabo, donde nacieron lámparas emplomadas y faroles.
Tras varios años de constancia de doblegar aceros y la aspereza de cabillas corrugadas llegaron los más increíbles objetos decorativos para todos los espacios hogareños e institucionales.
Pero desde el año 2000, ya este espirituano se había abierto paso en el mundo artesanal al presentar sus primeros faroles, que evidenciaron un sello exclusivo. Sus manos restauraron la mayoría de las piezas del Museo de Arte Colonial de la ciudad de Sancti Spíritus, así como las luminarias de la plaza vieja de Trinidad.
Hoteles de los principales polos turísticos cubanos como Varadero, Trinidad, La Habana y Cayo Coco, así como espacios de la gastronomía y el comercio como el Coppelia de Cienfuegos se han ambientado con los servicios del proyecto Forjaluz.
Con la llegada de la covid, García Echemendía y su equipo —ya aplatanados como taller en un área de la escuela Alberto Delgado Delgado— debieron buscar alternativas para crear ante la pérdida del acero.
“Estudiamos cuáles técnicas nos ayudan a lograrlo con el aluminio, un metal conocido por nosotros, pero que no había sido explotado lo suficiente. En esas búsquedas descubrimos cómo hacer las plantillas, que es lo más engorroso porque reduce tiempo a la hora de lograr la pieza”, confesó a este órgano de prensa hace cerca de un año.
Dicha idea logró que en menos de 12 meses, el proyecto generó casi medio millón de pesos por concepto de sustitución de importaciones.
“Pensamos que si el llamado del país es producir, sustituir importaciones, aprovechar mucho más los encadenamientos y exportar, no podemos estar de espaldas. Son esas nuestras aspiraciones y, por supuesto, sin abandonar nuestra enfermiza acción de crear”, asumió como máxima en la última entrevista realizada por este periódico.
Con esa idea como guía, José Antonio García Echemendía demostraba la grandeza de su liderazgo y las esencias de Forjaluz, resumen en cada entrega de identidad, arte, oficio y tradición.
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Escambray / ISSN 9664-1277
Mi objetivo era aprender y más que eso formar parte de Forjaluz. Así lo intenté varias veces hasta que José con sus ideas y grandes sueños me dió la oportunidad en crear un proyecto en ferrocemento que hoy también forma parte del legado en ese taller. Así pude entrar, mis expectativas se cumplieron y mucho más que eso. Aunque soy graduado de instructor de arte con Jose aprendí muchos oficios, trucos y técnicas que no se aprenden en ninguna escuela. Sus piezas tenían un acabado y una calidad que pocos exigían con tanto ímpetu. Pero también aprendí la verdadera amistad y trabajo en colectivo de un taller. También le agradezco por confiar en mí y ponerme a trabajar en diversas tareas. Le doy las gracias por darme la oportunidad de conocer lugares inimaginables para mí. Le doy las gracias por ayudarme en todas las situaciones tristes y alegres que me acontecieron en mí vida personal. Le doy las gracias por permitirme trabajar con materiales novedosos. Le doy gracias por ser como casi un padre para mí. En donde quiera que esté GRACIAS.