El director general de la FAO, Qu Dongyu, reconoció este viernes los avances de Cuba en el sector agroalimentario, y las medidas para potenciar la producción de alimentos y el Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional.
Durante una reunión con la delegación de la isla a la 37 Conferencia Regional de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) encabezada por el ministro de la Agricultura Ydael Pérez, el alto directivo de ese organismo también exaltó el trabajo de su representación en Cuba.
En el encuentro, la nación caribeña ratificó su compromiso de impulsar la transformación de los sistemas agroalimentarios, con el objetivo de que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles.
Al referirse al Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, el titular de la Agricultura destacó que desde su construcción e implementación contó con la asistencia técnica de FAO, como parte del programa Impacto, Resiliencia, Sostenibilidad y Transformación de la Seguridad Alimentaria y Nutricional, financiado por la Unión Europea.
También resaltó la importancia de la colaboración y asistencia técnica ofrecida por la FAO en Cuba en la creación del proyecto de Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, y los recursos y fondos movilizados para una producción sostenible y amigable con el medio ambiente.
En el intercambio con el director general de la FAO se reafirmó la voluntad del país de impulsar la Cooperación Sur–Sur, así como el compromiso con la iniciativa Mano de la Mano para apoyar a la República de Haití.
La delegación cubana mostró, además, el desarrollo de los programas y proyectos que implementa la FAO en Cuba en total armonía con las políticas cubanas y la estrategia de la organización en el período 2022-2031, como una vía para lograr “una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor”.
La 37 Conferencia de la FAO para América Latina y el Caribe concluyó este viernes, luego de cinco días de debates, en los que se identificaron tres áreas prioritarias de trabajo para los próximos dos años: sistemas agroalimentarios sostenibles, sociedades rurales prósperas e inclusivas y agricultura sostenible y resiliente.
En la clausura, Qu Dongyu afirmó que “la región puede y debe enfrentar sus desafíos y pasar a la vanguardia de la alimentación y de la agricultura mundial. La seguridad alimentaria del mundo lo requiere, y la mejor manera de hacer esto es transformando sus sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles”.
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