Ellos arriban desde muchas partes; viajan en ómnibus de Transmetro o Yutong, en camiones de pasaje, carros ligeros e, incluso, en taxis alquilados a altos precios, pero nada de eso importa porque cuando cada madrugada de domingo se encuentran en las inmediaciones de la Feria Agropecuaria Delio Luna Echemendía, de Sancti Spíritus, saben que a cualquier costo y bajo cualquier circunstancia acceden mucho antes, incluso, de que se abran las puertas.
“A partir de las cuatro de la madrugada llegan en carros que vienen de distintos municipios y provincias, entonces comienza la odisea”, asegura uno de los custodios de la Feria, quien desde su posición, en la puerta principal, tiene que resignarse a ver cómo algunos “vuelan” por encima de la cerca perimetral y se esconden en cualquier parte del recinto ferial hasta cerca de las siete de la mañana, horario de apertura, y se adueñan de los primeros puestos en los puntos de venta marcan para 15 y 20 personas y hasta que no lo acaparan todo no les dan chance a los espirituanos.
¿UNA FERIA PARA EL CENTRO DE CUBA?
Controlar un perímetro que ronda las 7 hectáreas con custodios y porteros resulta muy difícil, sobre todo porque los mismos trabajadores de la Feria apoyan, junto a un representante de la Agricultura, en la ubicación de los proveedores que vienen con sus mercancías en camiones procedentes de las distintas bases productivas, medios que, a veces, también sirven de escondite a esas personas que luego irrumpen en las colas para adquirir los productos más demandados.
Así refieren otros integrantes del colectivo de la Feria, el mismo que vela para que no rompan el mobiliario público, las jardineras, los cestos, las luminarias, las conexiones hidráulicas, además de chequear a quienes tratan de vender en áreas no autorizadas.
A pesar de que el centro presta servicio de martes a domingo, precisamente la jornada dominical es la más complicada porque ese día Sancti Spíritus se convierte en una plaza recurrente para visitantes foráneos de Ciego de Ávila, Manicaragua, Placetas, Majagua, Sagua la Grande, Caibarién, Cienfuegos y hasta de Camagüey.
Guillermo Santiago Hernández Núñez, vicepresidente del Consejo de la Administración Municipal, habla de los esfuerzos que realizan para mantener esta feria ante las limitaciones con el combustible y otras causas y explica: “Desde el jueves comenzamos a preparar la feria con la reunión del Comité de Control, que concilia quiénes acudirán y con qué ofertas; además, se pactan los precios, cantidades y todo lo relacionado con estas ventas. Lo acordado lo chequeamos cada domingo a las siete de la mañana.
“A capa y espada hemos defendido la feria dominical de Sancti Spíritus —acota Guillermo—, un evento que se desarrolla tradicionalmente desde hace décadas y permite a los espirituanos adquirir productos alimenticios de primera necesidad y otros, que, aunque estén presentes también en las placitas, en ese momento los pueden adquirir a precios más bajos. Pero luego de que estos eventos retomaron su rumbo, tras casi dos años de inactividad por la pandemia, son cada vez más los visitantes extraterritoriales que llegan en busca de abastecimientos”.
¿Qué se ha hecho para mediar entre los acaparadores foráneos y los espirituanos que la visitan?
“Hemos realizado operativos de conjunto con el Minint, pero la situación es muy complicada, por eso orientamos fijar las cantidades a vender en aquellos productos de mayor demanda como el huevo que, incluso, en ocasiones movemos hacia los Consejos Populares y comunidades del territorio; los quesos que se venden hasta 4 libras por persona, y el chorizo, la jamonada, los picadillos y otros surtidos cárnicos; en dependencia de las cifras recibidas, se regula la cantidad por persona.
“También estamos aplicando precios concertadospreviamente—añade el vicepresidente del Gobierno en Sancti Spíritus— y a través de las redes sociales damos a conocer los que vamos aprobando o modificando para que se conozcan, todos al amparo del Decreto No. 35 del Ministerio de Finanzas y Precios, pero hay otros que se forman por oferta y demanda, en este caso entran los productos que salen por temporadas y también la carne de cerdo”.
¿CÓMO SE ABASTECE LA FERIA DOMINICAL?
La comida que se vende en Sancti Spíritus se produce aquí, no se importa ni llega de otras provincias, eso caracteriza desde hace años al territorio, que está también inmerso en el autoabastecimiento local y en el encadenamiento productivo, donde entidades elaboradoras, como la Alimentaria y la Gastronomía, emplean en sus ofertas productos que provienen de las bases productivas.
Según directivos de la Agricultura en Sancti Spíritus, cada domingo acuden unas 36 Cooperativas de Producción Agropecuarias o de Créditos y Servicios, así como Granjas Estatales u otras entidades locales, además de contar con la presencia de tres a cinco municipios, los cuales apoyan, según un cronograma, las ventas de alimentos. Al recinto ferial llegan también trabajadores por cuenta propia, representantes de mipymes, artesanos, algunas minindustrias y empresas, que realizan la denominada Feria de Oportunidades o la de Soberanía Alimentaria y Desarrollo Nutricional.
No obstante, en materia de comercialización de productos alimenticios o sus derivados, atendiendo a la situación actual, marcada por escaseces, pandemia y el bloqueo de estados Unidos a Cuba, nunca serían suficientes las acciones que se adopten para tratar de organizar las ventas.
Desde la Unidad Empresarial de Base Complejo Feria del Comercio, Luis Liván Betancourt Guevara, su director, explica: “Aplicamos diversas estrategias como la de dividir las mercancías y sacarlas en distintos días de la semana para evitar que sean los revendedores los que más se beneficien. En cada caso tratamos de regular las cantidades que se venden, por ejemplo, el vinagre, nos entran 3 000 litros y sacamos 1 000 por día, de lo contrario los merolicos se lo llevan solo el domingo y el resto de la semana, el viejito que entra a comprar 2 litros no encuentra”.
Y en los puntos de venta de productos cárnicos, que son los más demandados, ¿cómo realizan la venta para evitar el acaparamiento?
“Nosotros no tenemos la solución a esta problemática —refiere el director de la UEB—, la solución deben dársela los inspectores y la policía, que son los que pueden actuar directamente con este tipo de personas. Lo del Comercio es vender detrás del mostrador y regular las cantidades, por ejemplo, el chorizo autorizamos que sea solo la mitad de uno grande por persona, el picadillo, a razón de 5 libras, tres de queso crema y 3 o 4 de mortadella, pero los dependientes no pueden velar si alguien hace la cola dos o cinco veces, sin embargo, si les aplicaran multas a los acaparadores de seguro se cuidaran de venir y cargar con todos los productos que sacamos”.
Wilfredo Inguanso, uno de los integrantes del Cuerpo de Seguridad y Protección de la Feria, expresa: Esto se pone feo cada madrugada de domingo, los viajeros —así los llamo— nos velan y entran por cualquier lugar, a veces nos tiran piedras, ofenden, se cuelan por cualquier parte. Pero lo más doloroso es ver cómo en las inmediaciones del centro o dentro del mismo se ponen a revender los cartones de huevos a precios muy altos”.
Indisciplinas, malas prácticas, violaciones de lo legislado —porque el acaparamiento es un delito—, así como el cambalache y muchas otras irregularidades siguen marcando la diferencia entre los espirituanos que van a la Feria en busca de su abastecimiento semanal y los foráneos que hasta que no llenan sus mochilas y maletines no se van. Estos últimos no compran esas grandes cantidades para su consumo, sino revenden y lucran hasta tanto se les ponga freno.
Eso es responsabilidad de la Feria y de su administración. Acaso no cobran la entrada solo por entrar, pues que le paguen a personas para organizar las colas y les pongan uniformes y estén coordinamos con la policía.
Usted no sabe lo que dice, la Feria cobra sí, porque esa es su única entrada económica, de lo contrario cómo podría asumir el pago de agua, electricidad, salarios, mantenimientos constructivos, limpieza y otras muchas actividades que se sustentan solo del cobro de esa entrada, además de aportar, de ese ingreso a la cuenta especial del Poder Popular para el pago de otras actividades, es lógico que debe cobrar la entrada porque la feriA ES UNA EMPRESA y como tal no puede incurrir en pérdidas, además, sepa usted que es la única Feria que en Cuba cobra 3 pesos en días normales y 5 en etapas festivas, incluso el Primero de Mayo abre sus puertas gratuitamente, mientras que los actores económicos que en ella participan, dígase gastronomía, comercio, servicios y otros ptestan ese día servicios y los cobran. Sepa además que en el resto de las Ferias del país se aplica una tarifa de precios que aquí ni siquiera se tuvo en cuenta, la cual va de 10 a 25 pesos por entrar solamente. Entonces cuando opine, hágalo con conocimiento de causa
Si se hicieran ferias campesinas en todos los municipios todos los fines de semana donde los productores pudieran vender sus producciones directamente la gente no tendria que concentrarse tanto en la capital provincial PERO LES GUSTA TENER TODO CENTRALIZADO Y A LA GENTE PASANDO TRABAJO.
Y TODOS SON ESPIRITUANOS NO SOLO LOS QUE VIVEN LA CIUDAD NO SE EQUIVOQUEN.
Lo de los visitantes de afuera, con comprobar carnet de identidad basta, y el resto libreta en mano, como se ha venido haciendo en otros puntos de venta de la ciudad.
Igual los de afuera con el dinero que tienen, se consiguen par de nativos o lugareños, y resuelto el problema. El resto es limitar, y producir. Aunque esto último se ve raro con tanto tiempo que ha pasado, y muchas veces nada de nada o muy poco…
Lo que deben hacer es prohibir la venta a los ciudadanos que son de este municipio con pedirle el carne de identidad es suficiente y para los espirituanos con libreta en mano para anotar y por supuesto con el limite de las libras permitidas es la única solución
A LA AUTORA: SIGUEN BOTANDO EL SOFA POR LA VENTANA. LOS ACAPARADORES EXISTEN PORQUE EL ESTADO, QUE ES EL UNICO PROPIETARIO DE LAS TIENDAS, SURTE «BUCHITOS» DE COMIDA. CUANDO LAS TIENDAS HAN ESTADO SURTIDAS, NI HA HABIDO COLAS, NI MUCHO MENOS CAPARADORES. NO BUSQUEN MAS CULPABLES.
Ya rate tena es el de nunca acabar pues se habla y habla y sigue lo mismo los revendedores siempre estan presentes y hasta tienen amistades adentro de los establecimientos I le dejan una propina y se llevan todo eso lo sabe todo el mundo al igual k las personas que venden las cosas que entran por el estado a precio sltos de donde lo sacan del propio estado y despues descaradamente lo ponen en las paginas de venta y a kien le importa a nadie es triste tener k pagar un pomo aceite a 750 pesos un paquete pollo a 1600 pesos cosas k salen del estado y personas escrupolosas las roba y la vende es asi como se vive en nuestra querida cuba y lo k mas duele que todo es un cumplo y k a nadie le importa nada
Es cierto hay que acabar con el acaparamiento porque en la realidad de la vidad si todo lo que se comprara fuera para abastecer su casa bueno se permitiria pero todos saben que se hace con el objetivo de revender porque se ha cogido como costumbre acaparar y acabar con el bolsillo del que trabaja , porque si eso de verdad se analizara esas cosas las hacen personas que ni trabajan que ya estan adaptados a vivir asi.
Pero de verdad pienso que todo eso tiene solucion y si se busca se encuentra.
ESTE ES EL CUENTO DEL NUNCA ACABAR, DEBERIAMOS EMPEZAR POR LOS ACAPARADORES DE NUESTRA CIUDAD, QUE TODOS LOS CONOCEN, Y SE HACEN PRESENTE EN LA FERIA Y EN CADA MERCADO DE LA MISMA, COMPLICANDO TODO, COMENZANDO HASTA POR EL ORDEN PUBLICO.
Es increíble, el pais mas organizado del mundo, el que asume la planificación como herramienta económica, el que tiene oficoda y libreta de abastecimento. De madre que permita esto. Es responsabilidad del gobierno ordenar la distribución y comercialización de lo poco que tenemos. En tiempos criticos en la casa ordenamos mejor lo que consumimos. El estado TIENE que hacer igual. No se puede jugar a mercado cuando no tengo que vender. La solución muy sencilla: todo por la libreta en las bodegas. Todo lo otro puede cerrar hasta que el gobierno encuentre la forma de burlar el bloqueo. No veo otra.