Otra vez el campo de arquería espirituano acoge una preparación de lujo. En esta ocasión se trata del equipo nacional de arco recurvo que asistirá a la Copa del Mundo en Medellín, Colombia, del 18 al 24 de julio.
Una intensa preparación ha protagonizado el pinareño Hugo Franco y los espirituanos Adrián Puentes y Javier Vega, quienes también apuntan a los eventos fundamentales del año: los clasificatorios a los Juegos Centroamericanos y Panamericanos del 2023.
En el caso de los primeros, los boletos se reparten en septiembre en República Dominicana y para los segundos, la sede será Santiago de Chile, en noviembre.
“Estamos muy satisfechos con lo que hemos venido realizando —comenta Reiter Téllez, entrenador principal de la selección— porque se han cumplido los objetivos. La primera semana tuvimos un micro bastante alto, muy fuerte, pero se trabajó bien; luego tuvimos un micro recuperatorio e iniciamos uno precompetitivo, aún nos quedan dos para llegar a la Copa del Mundo y se ha visto una mejoría en cuanto a los elementos individuales de cada uno.
“La Copa del Mundo debe ser fuerte, pues se espera que participen cerca de 90 arqueros de los mejores del planeta, porque es la última etapa donde todo el mundo se juega los puestos para estar entre los ocho finalistas de ese evento. Nos estamos preparando fuerte, y lo aprovechamos como un torneo preparatorio para los clasificatorios que es lo fundamental para nosotros este año, aunque siempre nos gusta aprovechar, ya que no hemos salido y esta Copa nos prepara, nos enseña y nos va educando de cómo está el mundo en este momento”, añadió Téllez.
Tras coronarse como campeón nacional en el más reciente Torneo Elite, Adrián Puentes retoma la preparación en un campo que se sabe de memoria.
“Ha sido satisfactorio porque los objetivos se han cumplido, hemos hecho todo lo planificado sin problemas en cuanto a equipamiento, y terreno; hemos ido puliendo los detalles que quedaban y la Copa podemos aprovecharla para ir ensayando al equipo, ir puliendo asperezas que siempre salen en las competencias, pues lo fundamental son los clasificatorios”.
Para Vega, de 22 años, la Copa del Mundo es su estreno en estas lides y el primer paso de envergadura para ir ocupando el vacío que quedó tras el retiro de Juan Carlos Stevens, el mejor arquero cubano.
“Los entrenamientos son muy fuertes y continuos, es mi primera Copa, siempre es fuerte, pero es muy bueno compartir con estos dos grandes, ellos me ayudan en todo, me dan muchos consejos, me calman, me tranquilizan, eso es muy bueno para mí que soy inexperto. Lo de Stevens representa mucho, es un hombre con tantas medallas y participaciones internacionales, espero no estar a esa altura porque él no tiene comparación, pero sí parecerme en algo a lo que tiraba él”.
Éxitos muchachos, los arqueros cubanos siempre dando la batalla