Gabriel Boric asumió este 11 de marzo la presidencia de Chile durante una ceremonia en el Salón de Honor del Congreso Nacional, en Valparaíso, donde participaron jefes de Estado o de Gobierno y delegaciones de varios países.
A sus 36 años, el exlíder estudiantil y exdiputado se convirtió en el mandatario más joven en la historia chilena, tras ganar las elecciones del 19 de diciembre como abanderado de la coalición de izquierda Apuebo Dignidad.
El presidente del Senado, Álvaro Elizalde, fue el encargado de entregar la banda presidencial a Boric, quien también recibió las insignias de mando, entre ellas la piocha de O’Higgins que simboliza el traspaso del poder.
Al acto de investidura asistieron jefes de Estado o de Gobierno, delegaciones de alto nivel e invitados de Bolivia, Perú, Argentina, Ecuador, Uruguay, Paraguay, República Dominicana, Colombia, Cuba, Brasil, México y España, entre otros países.
Boric sustituye en el cargo a Sebastián Piñera, quien según la encuesta Plaza Pública Cadem finalizó su período con solo 24 por ciento de aprobación, la menor para un gobierno desde el retorno a la democracia en 1990.
La nueva administración tiene ante sí enormes desafíos, entre ellos enfrentar la desaceleración económica y la inflación, la inseguridad, el conflicto en la sureña región de La Araucanía y la crisis migratoria en el norte.
El programa de la alianza Apruebo Dignidad, que lo llevó al poder, prevé fortalecer el Estado, aumentar el salario y las pensiones, mejorar la educación y la salud, reactivar la economía y lograr que el crecimiento del Producto Interno Bruto y la distribución justa de la riqueza vayan de la mano.
Un proyecto ambicioso que según reconoció el propio Boric no podrá cumplirse de manera rápida, sino paso a paso.
El gobierno tiene también entre sus desafíos llevar a buen puerto el proceso hacia una nueva constitución en reemplazo de la vigente desde la época de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Terminada la ceremonia de investidura, el flamante presidente se trasladará a Santiago para pronunciar su primer discurso a la nación desde el Palacio de La Moneda.
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