Generación distribuida: un camino hacia la luz

En muchos países en vías de desarrollo los grupos electrógenos son la más difundida fuente de electricidad fiable. Suministran energía a aquellas comunidades que no disponen de medios para conseguirla, mejorando la calidad de vida en muchas de las regiones menos desarrolladas del mundo.

Cuando hace unos años en Cuba se llevó a cabo una Revolución Energética, no quedó más remedio que romper con los esquemas tradicionales en la generación de energía eléctrica, toda vez que el país contaba con grandes plantas termoeléctricas, algunas construidas luego del triunfo de la Revolución, que en su momento desempeñaron un importante papel, pero se habían convertido en un problema por su alto consumo de combustible e insumos y, además, a causa de su mal estado técnico y tecnológico acumulado durante el período especial, sufrían constantes averías y debían salir del Sistema Electroenergético Nacional (SEN).

Así comenzaron a llegar a Cuba baterías de Grupos Electrógenos Diésel de alta calidad y eficiencia, sincronizadas al SEN que apoyan actualmente a las termoeléctricas, generando electricidad durante las horas del día en que tiene lugar el pico en la demanda.

GENERAR ENERGÍA CON MENOS COSTOS

La generación distribuida de energía por fuel oil resulta tres veces más barata que por diésel; por lo que su uso, además de suplir las carencias eléctricas por averías u otras afectaciones, constituye un soporte vital en la eliminación de zonas de bajo voltaje.

Para que se mantengan indicadores de eficiencia en el índice de consumo como los que hoy exhibe la central eléctrica espirituana en un contexto de contingencia, se necesita el esfuerzo extra del colectivo laboral, según precisa Jorge Araújo Rodríguez, director de la Unidad Empresarial de Base Empresa de Grupos Electrógenos por Combustible Fuel (UEB EMGEF), de Sancti Spíritus. 

“Los principales problemas que enfrentamos estriban en la adquisición de piezas de repuesto. Sabemos que se encuentran en déficit y que a Cuba se le dificulta enormemente adquirirlas en el mercado internacional, pero eso no nos detiene. A partir de gestiones realizadas que involucran el compromiso de cada uno de los trabajadores con sacar al país de este bache energético, generamos corriente las 24 horas del día.

“Por un lado, intensificamos el mantenimiento a la maquinaria para que no se produzca una gran avería y, por el otro, establecimos turnos de trabajo para operar en la noche y madrugada”, añadió el directivo.

Con una potencia instalada de 19.25 megawatts en la capital provincial, cerca de 20 000 hogares reciben los beneficios de esta entidad, fundamentalmente en horarios de alta demanda. “Trabajamos en los equipos auxiliares que vienen a apoyar al SEN con motores propios. La estrategia forma parte de un plan de mantenimiento cíclico, que de no respetarse repercutiría de manera negativa en la estabilidad alcanzada, aun en las peores circunstancias”, asegura a Escambray Alfredo Castro Álvarez, especialista de Operaciones de la EMGEF Sancti Spíritus.

En la actualidad permanecen cuatro máquinas fuera de línea de una totalidad de nueve entre las centrales de Trinidad y Sancti Spíritus, que conforman la Empresa de Grupos Electrógenos por fuel oil en esta central provincia. Con un complejo panorama, cada vez se complejizan los indicadores de eficiencia. En ello determina el aprovechamiento óptimo de los hidrocarburos fuel y diésel, este último en menor cuantía, para la generación distribuida de electricidad.

DISPONIBILIDAD NO SUFICIENTE

“Nuestra máxima constituye el tratar de no llegar a una avería, porque un motor que sale de servicio es una disponibilidad que no se da. Esto, al fin y al cabo, redunda en un apagón, tan molesto para todo el mundo”, explica Eumelio López Ferrer, especialista en Explotación de los grupos electrógenos espirituanos y reconocido por su entrega al oficio durante muchos años como operario a pie de máquina.

Cuando no hay picos la demanda eléctrica se satisface fundamentalmente con la generación de las termoeléctricas del país, pero esta se incrementa al mediodía, lo cual tiene que ver con el horario de almuerzo donde se elaboran los alimentos, y en el horario de la noche cuando la gente llega a los hogares y ahí entra a desempeñar su papel la generación distribuida.

El declaraciones a este medio de prensa Yoanny Acosta Solenzar, director de la Empresa Eléctrica en Sancti Spíritus, ha reiterado que, a pesar de dificultades por averías y falta de piezas de repuesto, con los equipos de la llamada generación distribuida en la provincia se logra cubrir el 62 por ciento de la demanda del horario pico nocturno, que es de 107 MW, y el resto se recibe desde el SEN.

“El territorio hoy cuenta con seis emplazamientos que consumen diésel y están ubicados en Trinidad, Yaguajay, Jatibonico, Cabaiguán y Fomento, con una disponibilidad de un 96.6 por ciento con respecto al plan y el índice de consumo, que es un indicador de eficiencia”, explicó Araújo, quien también destacó el hecho de que cuando los grupos se utilizan en un régimen de base común, las averías por falta de mantenimiento se van acumulando y se hacen cada vez más frecuentes.

En tiempos emergentes como los que hoy enfrenta Cuba, si bien no completa la demanda, el empleo de la generación distribuida alivia y la muestra está que en Cabaiguán y Yaguajay se logra cubrir el ciento por ciento de su demanda en el pico; en Trinidad aproximadamente el 85 por ciento y en la ciudad cabecera un 30 por ciento.  

Aunque la prioridad está en asegurar con los grupos de generación distribuida el déficit en la generación termoeléctrica y abrir un camino hacia la luz cuando los grandes motores no pueden más, los trabajadores no dejan atrás el compromiso de los cuidados medioambientales que se manifiestan en el mesurado vertimiento de desechos a aguas aledañas y la discreta emisión de ruidos y gases contaminantes a la atmósfera.

(Por Carmen Rodríguez y Ailén Martínez)