La labor educativa que realiza el Ministerio del Interior (Minint) con los reclusos del sistema penitenciario del territorio se ha evidenciado una vez más en un proyecto gracias al cual estos confeccionan juguetes artesanales para donar a los niños y trabajan en la reanimación de comunidades y barrios vulnerables.
La capitana Yadira Reyes Porcegué, primera instructora de la UJC en el Minint en la provincia, detalló que, a través del proyecto Acércate más, los reclusos con gran motivación han fabricado hermosas piezas de madera, cartón, algodón, entre otros materiales que posteriormente se entregan a los pequeños.
“Hicimos varias donaciones, una en el Hogar de Niños sin Amparo Familiar y próximamente, en saludo al cumpleaños de Fidel, vamos a donar en el Pediátrico a los menores enfermos. Este trabajo ha significado mucho para los reclusos, para nosotros y para los niños también. No hay nada más bonito que ver su sonrisa porque ellos no entienden de rejas, entienden de amor”, comentó.
En estos tiempos de carencias el aporte resulta significativo, más porque en muchos casos toma en cuenta las necesidades, gustos e intereses de los pequeños que prefieren muñecas, animales y carritos, entre otros juguetes.
Su emoción al recibirlos consta en las imágenes fotográficas captadas que luego el propio Minint muestra a los reclusos para reconocer su empeño, enaltecer su labor artística y su calidad humana.
“Hicimos convocatorias en todas las prisiones, donde nuestro objetivo es trabajar no solo con el aspecto educativo, sino además con el corazón de los reclusos para que cuando salgan de estos centros sean unas mejores personas”, agregó la capitana Reyes Porcegué.
El Minint, de conjunto con otros organismos e instituciones, también contribuyó a reanimar el parque de diversiones del Hogar de Niños sin Amparo Familiar y el local donde se prepara la colmenita espirituana Sueños de felicidad en el reparto espirituano de Kilo-12.
En ese propio barrio, trabajadores civiles de la Defensa y combatientes igualmente reanimaron un parque de diversiones, desarrollaron actividades político culturales y laboraron en el saneamiento y la limpieza de esa área, acciones que continuarán durante los meses de verano.
Esta idea, que también se desarrolló con los reclusos en el barrio La Esperanza, pretenden extenderla a la zona de Olivos II, al Consejo Popular Jesús María, al reparto Carlos Roloff y a otras comunidades donde conviven varios combatientes del Minint, para contribuir igualmente a la formación de sus hijos.
“De esta forma reinsertamos a los reclusos en las comunidades, fomentamos lazos de comunicación y afecto allí, donde pueden apreciar que nuestro trabajo no es represivo, sino educativo y de amor. Así trabajamos para fortalecer la identidad nacional, la unidad y para concretar la voluntad de Cuba de acompañar a todas las familias cubanas”, concluyó.
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