Desde este viernes, los bien llamados Guerreros espirituanos buscan convertir las canastas en sueños. Desde antes, las trocaron en historia.
No conformes con la inédita medalla de plata que ya poseen, los yayaberos quieren cambiarle el color, o sea, ganar el título de la Liga Superior de Baloncesto, que al cierre de esta edición encestaba sus primeros balones de la final en la espirituana sala Yayabo, donde también se jugará el segundo choque este sábado a partir de las cuatro.
Para llegar a tan caro anhelo deben doblegar en tres de cinco encuentros a su similar de Ciego de Ávila, el elenco más ganador de estas lides en Cuba y archifavorito para llevarse su décima corona en su decimoquinta presencia en finales. El pleito acaba de comenzar, pero un suceso ya protagonizan los nuestros, que por primera vez llegan a esta instancia y eso ya parece bastante.
Para llegar hasta aquí, los muchachos de Michel Díaz derrotaron dos veces los pronósticos para terminar segundos y derribar en semifinales a unos Capitalinos que los superaban en resultados históricos y en hombres con mayor carretera competitiva, pese a que no contaron con todos los contratados en el exterior, según dicen algunos expertos —como si no le hubiese pasado lo mismo a Sancti Spíritus, que tampoco tiene a su jugador más ranqueado, Yoanki Mencía, por la propia razón—.
Los Guerreros remontaron la semifinal tras debutar con derrota en la sala Ramón Fonst de la capital cubana; ganaron el segundo en buena lid y enfrentaron una riña de altas dimensiones que terminó, con lesiones y sanciones. Pero lo que quizás pretendió amilanar a los nuestros, terminó por voltearse y así lograron imponer su mejor básquet en la Yayabo en dos partidos sucesivos.
En ejercicio pletórico de su liderazgo, Mario Luis Troyano definió por un punto con un canastazo de tres a falta de cinco segundos del pitazo final para rematar su protagonismo en el partido del cierre, cuando marcó 33 puntos, 21 de ellos desde la línea de tres.
En torno a él se nuclea una combativa guerrilla de muchachos que, pese a ser los más jóvenes del torneo con promedio de 22 años, impone respeto, derroche de coraje y talento.
La final, encontrará definición en la sala Giraldo Córdova Cardín de la capital avileña. Allí se jugará el martes y el miércoles, y, de no encontrarse definición aún, el viernes de la próxima semana.
Ciego, vencedor frente a Santiago de Cuba en semifinales 3-1, es favorito para llevarse la corona. Los Guerreros están por seguir asombrando la historia.
Apoyemos a los guerreros espirituanos en esta batalla abarrotando la sala Yayabo a pesar de los apagones y las dificultades con el transporte. Los muchachos merecen ese apoyo. La medalla de plata es una victoria del basket espirituano.