Estados Unidos y Cuba celebraron este jueves la primera ronda de conversaciones sobre temas migratorios desde 2018, cuando fueron suspendidas unilateralmente como parte de la política de máxima presión aplicada por el entonces presidente Donald Trump.
Cuba reiteró a Estados Unidos su preocupación por las medidas de ese Gobierno que estimulan la migración, pero la impiden de manera legal y ordenada.
A través de un comunicado, la Cancillería caribeña subrayó que Washignton genera las condiciones socioeconómicas que incitan a la emigración y sus acciones, entre ellas el reforzamiento extremo del bloqueo económico, provocan pérdidas de vidas humanas.
Asimismo, estas medidas de Estados Unidos conllevan a «la comisión de delitos de tráfico ilícito de migrantes, fraude migratorio y trata de personas, situación que afecta a los dos países y la región».
Durante esta jornada ambas naciones sostuvieron conversaciones migratorias presididas respectivamente por el viceministro de Relaciones Exteriores de la isla, Carlos Fernández de Cossío y la subsecretaria adjunta de Estado del Buró de Asuntos del Hemisferio Occidental, Emily Mendrala.
Las partes revisaron el cumplimiento de los Acuerdos Migratorios bilaterales y el compromiso mutuo de garantizar una migración regular, segura y ordenada.
Según la declaración, la delegación antillana insistió en la obligación del gobierno norteño de garantizar la emisión en La Habana de no menos de 20 mil visas anuales a cubanos para emigrar a esa nación, compromiso que se incumple desde 2017.
Cuba enfatizó que no existe justificación para mantener interrumpido ese servicio en la isla y obligar, al aspirante a emigrar, a viajar a Guyana para que su solicitud sea procesada.
La Cancillería reiteró que Estados Unidos debe cesar de obstaculizar y violar los derechos de los cubanos a viajar a terceros países del área y reclamó el cumplimiento de los acuerdos migratorios bilaterales en su integralidad y no selectivamente.
Comunicado de Estados Unidos sobre conversaciones migratorias
Un comunicado del Departamento de Estado confirmó que funcionarios estadounidenses y cubanos se reunieron este jueves en Washington, D.C. para discutir la implementación de los Acuerdos Migratorios vigentes.
Pero Estados Unidos incumple desde hace cinco años el acuerdo de los años ’90 por el que se obliga a otorgar al menos 20 mil visas anuales, denunció el Gobierno de Cuba.
La subsecretaria Adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Emily Mendrala, encabezó la delegación interinstitucional de Estados Unidos, mientras por la parte de Cuba fue el viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossío, destacó el comunicado.
La nota añadió que Estados Unidos también abordó los servicios consulares de su embajada en La Habana, para incluir la reanudación de visas de inmigrantes de forma limitada a partir de mayo, los servicios actuales de ciudadanos estadounidenses y la emisión actual de visas de emergencia para no inmigrantes.
Aunque no hacen mención a que bajo el pretexto de supuestos ataques acústicos a sus diplomáticos registrados a finales de 2016 –luego nombrados por Washington incidentes de salud-, la administración Trump desmanteló su legación en la capital antillana.
La subdirectora general para Estados Unidos en la Cancillería cubana, Johana Tablada, expresó en reciente entrevista con Prensa Latina que por más de cuatro años los ciudadanos de la isla que desean reunirse con sus familiares fueron obligados a realizar sus trámites en Guyana.
Con el cierre de los servicios consulares en la embajada de Washington en La Habana no hubo “otra justificación que desmantelar todo lo avanzado entre los dos países, pueblos y gobiernos en los últimos años”, sentenció.
No hay justificación para aquella mentira que desvaneció el argumento de científicos estadounidenses, cubanos y la propia CIA, puntualizó la funcionaria.
Por otra parte, el comunicado del Departamento de Estado subrayó que “permitir una migración segura, legal y ordenada entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés mutuo”.
Como cuestionó Tablada, el Gobierno de Estados Unidos tiene un acuerdo migratorio con Cuba con ese objetivo y al mismo tiempo aplica «una política de presión que amenaza el sustento de las personas, instigándolas, incentivándolas a abandonar su país».
En un encuentro con la prensa acreditada en La Habana, la vicecanciller Josefina Vidal afirmó que la política migratoria de Estados Unidos hacia Cuba es incoherente y selectiva.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, notificó que en los últimos seis meses se produjeron 79 mil 800 detenciones de cubanos.
Entretanto, las autoridades cubanas informaron que en lo que va de año fueron devueltos a la mayor de las Antillas por vía marítima y aérea mil 680 ciudadanos desde Estados Unidos, México, Bahamas e Islas Caimán.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.