«Para nosotros era importante conocerle personalmente, porque conocemos de toda su labor en apoyo a Cuba, en apoyo a la lucha contra el bloqueo», dijo en la tarde de este martes, desde el Palacio de la Revolución, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al diputado al Parlamento Europeo, Massimiliano Smeriglio.
En un encuentro marcado por la cordialidad y la comprensión mutuas, el Jefe de Estado extendió al eurodiputado la gratitud por toda la actividad de apoyo a Cuba, «que para nosotros es muy importante».
Al visitante que en esa jornada de intercambio se describió a sí mismo como «amigo de Cuba», Díaz-Canel Bermúdez comentó que «en la misma medida en que vaya creciendo el número de personas que en el Parlamento Europeo comprendan la situación de Cuba, comprendan la situación del bloqueo», se abrirán nuevos espacios para que las causas de lucha del país caribeño tomen fuerzas.
En la misma línea de pensamiento el dignatario ratificó al eurodiputado, y a la delegación que le acompaña en estos días de recorrido intenso por la realidad de la Isla, que a Cuba le anima la voluntad del diálogo político, en aras de poder mantener una relación honesta, transparente, y de discusión sobre aquellos temas en los cuales, incluso, puedan existir miradas diversas.
El anfitrión quiso agradecer, también, por una visita que tiene lugar cuando el mundo, y Cuba, viven un grupo de complejidades. Reflexionó ante la delegación amiga que sus integrantes, en estas horas de recorridos por barrios, por instituciones científicas, por escuelas y otros espacios, han podido ver «cómo vive nuestro pueblo, las carencias que tenemos», y también la disposición «para seguir enfrentando obstáculos y venciendo».
En ese punto del encuentro, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba ofreció una detallada explicación sobre el negativo impacto del bloqueo con el cual el gobierno estadounidense castiga a la Isla: «No estamos hablando del bloqueo tradicional, del que ya dura más de 60 años, sino que estamos hablando —enfatizó el mandatario— de una etapa de recrudecimiento».
La denuncia de la campaña de demonización de la Revolución cubana —esa guerra que acomete el imperio contra la nación caribeña—, y también la gratitud al eurodiputado por todo su apoyo en las horas terribles del incendio de la base de supertanqueros en Matanzas, estuvieron entre los temas abordados por el mandatario en la jornada de este martes.
Por su parte Massimiliano Smeriglio dijo a su anfitrión: «Gracias por todo, por la hospitalidad. Hemos sido tratados como hermanos y compañeros, fuimos recibidos y hemos tenido la oportunidad de ver muchas cosas diferentes, sin negar los problemas que existen».
La Escuela Especial «Solidaridad con Panamá», el Instituto Finlay de Vacunas, el barrio La Concepción ubicado en el capitalino municipio de La Lisa, el municipio de Bahía Honda en la provincia de Artemisa fueron escenarios traídos a colación por el eurodiputado, porque por tales lugares estuvo la delegación; y cuando Massimiliano Smeriglio contó detalles a su anfitrión, habló de horas «muy intensas y bellas».
Con Cuba, afirmó el amigo, «podemos desarrollar todavía más la amistad y la solidaridad». E hizo referencia a que parlamentarios europeos y latinoamericanos construyan «una agenda más concentrada sobre los problemas reales, sin ningún tipo de enfoque neocolonial, una relación simétrica, como hermanos, que nos permita intercambiar experiencias».
En su opinión, los parlamentarios tienen ante sí la misión de dar a conocer al mundo qué significa el bloqueo y qué significan las leyes que Trump puso en práctica para recrudecer el terrible cerco.
«Podemos ver que es un momento difícil», reflexionó el eurodiputado sobre la realidad de la Isla. Y al mismo tiempo destacó la actitud de un pueblo que es «compacto, combativo, creativo, con deseos de combatir». Al definir la trascendencia de la resistencia cubana, expresó: «Para nosotros esto es un ejemplo, pero no solamente un ejemplo histórico sino también un ejemplo contemporáneo de resistencia; y sabemos lo importante que ha sido Cuba para los movimientos de liberación de todo el mundo y de Latinoamérica».
La guerra que estremece a Europa, esa que según Massimiliano Smeriglio ha cambiado la agenda de ese continente, también motivó reflexiones del Presidente Díaz-Canel Bermúdez, quien aseveró que resulta inexplicable que un mundo duramente azotado por la COVID-19 haya retomado la guerra en la pretensión de resolver problemas.
Las voluntades, dijo, debieron haberse orientado más «al humanismo, a la multirateralidad, a la solidaridad». El dignatario señaló como caminos posibles para solucionar problemas y conflictos, a los del intercambio de ideas, y al debate desde diferentes posiciones. Hizo énfasis en sumar por encima de las diferencias ideológicas, «porque hay algo que está por encima de todo, que es la humanidad, que es preservar la especie humana».
En la tarde de intercambio, acompañando al mandatario, se encontraban, además, el secretario del Consejo de Estado y del Parlamento cubano, Homero Acosta Álvarez; así como Yolanda Ferrer Gómez, presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba.
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