Investigaciones dadas a conocer este martes evidencian que la unidad de superficie de Tropas Guardafronteras de Cuba hizo todo lo posible por evitar la colisión con una lancha rápida procedente de Estados Unidos el pasado 28 de octubre.
El análisis de los expertos y las evidencias demuestran que el lamentable incidente, en el cual perdieron la vida varias personas incluida una menor de edad, no se debió a acciones invasivas ni agresivas sobre la embarcación infractora, señaló el coronel del Ministerio del Interior Víctor Álvarez.
En comparecencia televisiva, el segundo jefe del Órgano especializado de la Dirección de investigación criminal de ese cuerpo explicó el accidente, ocurrido en la zona de Bahía Honda, provincia de Artemisa (occidente), como resultado de una operación de tráfico de personas organizada desde el territorio norteamericano de Miami.
Precisó que quienes iban al frente de la embarcación, uno perdió la vida y otro se encuentra detenido, y detalló que la nave empleada para dicho propósito había sufrido transformaciones estructurales.
Fue diseñada para el paseo de seis personas, detalló, y al adaptarla para el traslado ilegal perdió características que le dan seguridad, además de que en ella viajaban en el momento del hundimiento 26 ciudadanos.
La oscuridad de la noche, las marejadas y la actuación al ser descubierta la lancha infractora por la unidad guardafrontera, determinaron el incidente.
De acuerdo con Álvarez, el navegante de la embarcación pirata, en lugar de detenerse dio potencia a sus motores y giró bruscamente a la derecha frente al otro navío, con la finalidad de evadir la identificación.
En ese momento se produjo un golpe, parecido al golpe de motor, el cual fue percibido por todos los viajeros, de acuerdo con los testimonios.
A pesar de ello, volvió a dar potencia a los motores, aun cuando las personas le pedían que bajara la velocidad, relató el oficial del Ministerio del Interior.
Las investigaciones periciales determinaron que a partir de ese instante la lancha infractora entró en un estado de ingobernabilidad, lo cual sentían los que estaban en ella y que, a la altura de 1,8 millas, provocó que girara bruscamente a la izquierda y se interpusiera en el tránsito de la embarcación de guardafronteras.
Los procedimientos que empleó la tripulación de la unidad de superficie cubana estuvieron determinados por la necesidad de evitar la colisión con la lancha que realizaba el tráfico de personas, aseguró Álvarez.
No hay ninguna otra evidencia de que la nave guardafronteras impactara a la lancha por otro lugar o la embistiera, como se ha tergiversado en varios medios de prensa.
No hubo acciones invasivas ni agresivas sobre la lacha infractora, enfatizó.
Expertos confirman violaciones de lancha siniestrada
La lancha procedente de Estados Unidos siniestrada en aguas de Cuba en un intento de salida ilegal el 28 de octubre último violó estatutos internacionales y puso en peligro la vida de los pasajeros, dijeron este martes expertos.
A juicio del jefe del Departamento de Seguridad para la Navegación de la Administración Marítima del Ministerio de Transporte de Cuba, Juan Manuel Jiménez, la acción de tráfico de personas, con un saldo de siete víctimas fatales incluido un menor, violó la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Sin embargo, fue peor el riesgo para las vidas a bordo pues ninguno llevaba adosado los chalecos salvavidas y apagaron las luces y el sistema GPS para evadir a las Tropas Guardafronteras que los detectaron al norte de Bahía Honda, provincia de Artemisa, en el occidente del país.
Ambas embarcaciones colisionaron cuando la infractora trataba de alejarse y sus sistemas fallaron, provocando un estado de ingobernabilidad, detallaron especialistas del Ministerio del Interior que investigaron el caso.
En la lancha siniestrada se encontraron 16 chalecos para 26 pasajeros que no fueron usados, y no existía este tipo de protección para el menor, insistió Jiménez en un programa especial de la televisión cubana.
Por su parte, el especialista superior de la Administración Marítima de Cuba del Ministerio de Transporte, Jesús Pérez, aseguró que la unidad guardafronteras hizo todo lo posible por evitar la colisión.
Conozco casos con impactos similares donde el destrozo es enorme a causa del choque entre dos embarcaciones, dijo.
En este caso es admirable la velocidad con la que el capitán de la unidad de Tropas Guardafronteras maniobró para evitar colisionar con mayor fuerza a la embarcación infractora.
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