El 10 de septiembre de 1944, en la Finca Cayajaca, Sancti Spíritus, al matrimonio de los campesinos Gerónimo Martín Hernández y Julia Martín Darías le nació un hijo que luego haría méritos para entrar en nuestra gloriosa historia revolucionaria.
Israel Nicolás Martín Martín fue un niño inquieto y emprendedor. Comenzó sus estudios en la escuela primaria rural en la zona de residencia cuando tenía siete años y allí logró alcanzar el tercer grado. Siendo aún un adolescente se incorporó al trabajo en el campo para ayudar económicamente a su padre.
El triunfo de la Revolución le abre nuevas esperanzas y expectativas. A pesar de tener solo 14 años, se incorporó a las actividades revolucionarias y formó parte de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR). Ingresó también en las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) con el fin de cuidar las granjas creadas por la obra revolucionaria.
Fue miembro de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) desde su fundación y llegó a ser el ideológico de la zona. En 1962, a raíz del primer congreso de la juventud pasa a militar en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
Luego de cursar la Escuela de Instrucción Revolucionaria en la capital de Cuba, comienza a trabajar como activista de educación en Banao, que era municipio en aquel entonces.
En fecha tan significativa como el 14 de febrero, en el año 1963, es movilizado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), para incorporarse a la lucha contra bandidos en el batallón que operaba en las zonas de San Ambrosio, Trinidad, Topes de Collantes y Cuatro Vientos.
El 8 de mayo de 1963, mientras participaba en un cerco organizado en Santiago Escobar, cayó en combate cuando cubría una posición por donde los alzados trataba de escapar.
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