Comienza el verano, etapa estival descollante del mes de julio. Sobre los encantos de estos días en los que prevalece el calor, varias curiosidades históricas entretejen un período asociado al descanso, la alegría y el amor por la naturaleza. Jornadas que también desentrañan tristes memorias, pues el 28 marcó el inicio de la Primera Guerra Mundial.
Julio resulta el séptimo mes del almanaque gregoriano. Lo componen 31 días, cinco menos que cuando integraba el Quintilis o quinto mes en el calendario romano. El “imperator” Julio César lo estableció como es hoy. Afamado por su sed de poder, el famoso militar lo nombró Iulius o Julio —traducido al español— en el año 44 antes de nuestra era, en ocasión de su onomástico.
A propósito, varias personalidades nacieron por estas fechas, como el escritor del clásico La Metamorfosis, Franz Kafka (el día 3), el destacado pintor barroco Rembrandt (el 15), y el gran estratega militar e ícono de Venezuela, Simón Bolívar (el 24). Por coincidencias de la historia, en el mes de julio se celebra también el Día de la Declaración de Independencia de ese país.
De entre tantas curiosidades, las asociadas al cambio climático figuran como lo más preocupante, quizás, del mes de Julio. En varios países del hemisferio norte las radiaciones ultravioletas del sol se sienten con mayor intensidad. Lo que para muchos signa el inicio del verano, para otros del hemisferio sur comienza el invierno. Un mes que retoma puntos de partida, en el que recomenzar nunca se dio tan bien.
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