“La covid fue una contingencia de guerra sin estar en guerra”

Aun cuando las sesiones científicas de la XXI Jornada Al Servicio de la Vida han puesto la mira de los intercambios en las problemáticas de salud de las distintas especialidades médicas, el epicentro del evento ha sido la atención a los pacientes con covid en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), tópico al que está dedicado el certamen.

De ahí que mirar en retrospectiva desde la ciencia lo que ha significado la pandemia ha devenido no solo un ejercicio de aprendizaje para todos, sino también un reconocimiento a quienes se mantuvieron en zona roja durante la lucha contra el nuevo coronavirus.

Así lo comparte el doctor Yilier Ramírez Carballoso, especialista de primer grado en Terapia Intensiva y jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos: “Es un reconocimiento a la labor del equipo de la Terapia, el cual se multiplicó; de hecho, hubo que incrementar el número de camas porque en un momento no eran suficientes y el que hoy se dedique la jornada a la Terapia Intensiva es un reconocimiento, un honor que se nos hace al trabajo del equipo”.

Es un tributo, acaso, a las horas de desvelo que vivieron desde los médicos, los enfermeros hasta los auxiliares; a las guardias de más y el descanso de menos; al estudio constante para intentar salvar a todos; al sacrificio de sobreponerse al dolor de perder hasta los compañeros de trabajo.

“Fue un momento de tristeza, de dolor, muchas personas jóvenes lograron sobrevivir, pero muchas perdieron la vida y son cosas que a diario enfrentamos, pero para lo cual no estamos preparados —admite Ramírez Carballoso—. Así pasó con Cachán, fue un golpe duro, funesto; era el alma de la Terapia Intensiva porque le impregnaba ese amor, ese profesionalismo y ese ánimo de que todo saliera bien”.

Y para redimir quizás la pérdida de Cachán, el emblemático enfermero de la UCI espirituana, precisamente como parte de las actividades colaterales de la XXI Jornada… se develó una tarja en la propia sala donde se inmortaliza su nombre.

“La covid fue una contingencia de guerra sin estar en guerra. La guerra era contra el enemigo invencible que era la covid”, sentenció el doctor.

Por eso este evento es un espacio propicio también para compartir entre experimentados especialistas de diferentes provincias de la isla las enseñanzas que ha ido dejando el enfrentamiento al nuevo coronavirus.

“Tuvimos la oportunidad de introducir en nuestros protocolos medicamentos novedosos que hasta cierto punto se habían usado con otras enfermedades y no teníamos la experiencia en el manejo de estos medicamentos propiamente con covid.

“La covid fue nueva para todos y, por tanto, exigía abrir los campos desde el punto de vista farmacológico y experimental y creo que esto enriqueció profesionalmente los conocimientos de los médicos y los enfermos y el arsenal terapéutico dentro de la nación”, apuntó el galeno.

Durante esta primera sesión de la XXI Jornada Al Servicio de la Vida se desarrollaron, además, jornadas de distintas especialidades médicas, en las que se presentaron ponencias encaminadas a mejorar la calidad de la atención a los pacientes espirituanos.

Para la noche de este jueves estaba prevista la entrega de la Orden Al Servicio de la Vida, reconocimiento que se otorga a personalidades y trabajadores con una trayectoria destacada dentro de la instalación hospitalaria.