En los cerca de 50 años de explotación de la presa Zaza, los arrozales de Sur del Jíbaro han pasado muchas veces sed y hasta se ha tenido que recortar en reiteradas ocasiones la extensión de la plantación ante la falta de agua.
Lo que ocurre ahora, más que una rareza, puede considerarse como un hecho de mala suerte, pues el embalse cerró julio con 540,2 millones de metros cúbicos de agua, el 59 por ciento de su volumen máximo; sin embargo, su cliente principal demandaniveles mínimos por no poder asumir completamente la siembra de arroz en este periodo ante las severas limitaciones de recursos que gravitan también sobre el priorizado cultivo.
Lo cierto es que con la barriga llena de agua a poco más de la mitad, la Zaza bien pudiera mojar una campaña normal de siembra de arroz superior a las 13 000 hectáreas, pero las circunstancias del momento se interponen; no obstante, en medio de tan paradójica situación la presa no sale mal parada, al punto que los especialistas hidráulicos catalogan su actual estado de llenado de ventajoso.
El hecho de que a la mitad del periodo lluvioso la Zaza exhiba un favorable almacenamiento es tal vez la única cara positiva alrededor de uno de los programas productivos más importantes de Sancti Spíritus y, como quiera que están por delante meses de marcada incidencia en la lámina lluviosa del período, cabe esperar que el embalse siga engordando su volumen; de ocurrir, Sur del Jíbaro sabe que al menos tendrá el agua para el arroz de las campañas por delante.
Mientras la presa Zaza saca aprovecho a esta especie de veda del cultivo, la provincia reporta integralmente un panorama favorable en el almacenamiento de agua, con niveles el término de julio en el entorno de los 805,7 millones de metros cúbicos, el 67 por ciento de la capacidad de llenado.
Fuentes de la Empresa Provincial de Aprovechamiento Hidráulico detallaron a la prensa local que, particularmente los embalses que tributan al abasto de agua a la población muestran un resultado alentador, con Lebrije al tope de la capacidad, Tuinucú al 98 por ciento, en tanto Siguaney vierte sus aguas excedentes, al igual que Banao.
Trascendió que el embalse Dignorah utiliza el 57 por ciento de su capacidad, mientras las restantes presas espirituanas superan el 89 por ciento de sus posibilidades de almacenamiento.
Vamos a tener agua almacenada. Pero no arroz.