La Revolución triunfante enseñaba las antinomias de toda guerra necesaria en un diciembre de victorias. La liberación de Yaguajay en 1958 pasó de la dureza del combate al sueño de los humildes en manos de Camilo Cienfuegos y sus hombres. La multitud lo rodea, lo aplaude, lo aclama mientras sembraba esperanzas.
El carismático líder promete en un pequeño poblado: “Meneses tendrá un gran Centro Escolar, capaz de albergar en su matrícula a todos los niños del pueblo y sus zonas aledañas”.
No olvidó Camilo y el 10 de septiembre de 1959 regresó al mismo lugar donde hizo su promesa. Fue directo a la antigua casa del sargento Sotuyo, un militar batistiano, inmueble que ya la Revolución había convertido en escuela.
Esta vez fue más concreto en su visión de mejora: “No queremos verlos a ustedes y sus abnegados maestros en locales tan pequeños, prácticamente hacinados y como no alcanzan los pupitres, sentados en latas de galletas, pero les prometo que tendrán una escuela con todas las comodidades”.
Ya para julio de 1968 y luego de un acto en la ciudad de Santa Clara, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en recorrido por la provincia hace una parada en el parque de Meneses. Rodeado de pueblo, una mujer de ojos expresivos y voz extremadamente segura le reclama la antigua promesa de Camilo.
El Comandante, que siempre fue veloz de pensamiento, le interrumpe en las últimas palabras y asegura ante los presentes: “Si es una promesa de Camilo hay que cumplirla y si les parece bien yo vendré a inaugurarla”.
Aquel 15 de septiembre de 1971 se hizo realidad la promesa dual. Fidel viaja a Meneses e inaugura la escuela a su manera tradicional, con un recorrido, rodeado de niños, maestros y familiares. Al terminar la caminata usó la broma como antesala de la certeza: “¿No se les habrá ido la mano a los constructores?” y seguidamente se respondió sin escuchar criterios: “No, la escuela que prometió Camilo tiene que ser así”.
Este momento fue premisa para nuevos proyectos sociales de la zona. Entre el empuje de los pobladores, los dirigentes locales y las autoridades nacionales nacieron nuevas ideas para la mejora en la calidad de vida de los residentes; el policlínico, el taller textil, la terminal de ómnibus y otras, contenidas todas en el discurso de Fidel aquel 15 de septiembre del 1971.
“Si esta escuela funciona bien, aquí la experiencia va a servir para otras muchas, similares”, fue la profética sentencia de Fidel.
Según Natalia Díaz Márquez, primera directora de la escuela, “aquel 15 de septiembre de 1971, el líder de la Revolución orientó crear un huerto escolar, para hacer realidad la prédica martiana de vinculación estudio-trabajo en los alumnos”.
A 51 años de su fundación, la Escuela Primaria Héroes de Yaguajay ha dejado sus huellas en miles de estudiantes que han pasado por sus aulas para luego continuar en los siguientes niveles del sistema de enseñanza general, muchos de los cuales son hoy profesionales al servicio de Cuba y del mundo.
La profecía de Camilo, hecha realidad por Fidel, hizo también personas más libres a los hijos de Meneses, en la medida en que facilitó la enseñanza y la cultura de sucesivas generaciones que hoy obran mejor en el mundo porque lo conocen mejor. Por eso en la carátula de muchos de los cuadernos de aquellos estudiantes se escribía la genialidad martiana: “Ser cultos para ser libres”.
Hay que seguir cumpliendo profecias porque esa ha sido siempre la inspiración de la revolución cubana. Y en esa espera aunque un poco tarde, están los hombres que continuaron la lucha que comenzó Camilo y otros revolucionarios luego del triunfo del 59 al enfrentarse al interior del país a las bandas contrarevolucionarias financiadas y aupadas por EU en lo que se llamó la lucha contra bandidos. LCB. Ahí estuvo mí padre ya fallecido y ahora convivo con mí suegro aun vivo esperando aún por un aumento de su chequera con la cual actualmente está al borde de la subsistencia. Hay necesidad de esto. Tiene alguien más derecho a esa espera que ellos. Que levante la mano. Porque sin ellos no estuviéramos nosotros. Creo como se ha dicho hay que elevar la sensibilidad y la atención y el trabajo político con estás personas que lo dieron todo y la atención hacia ellos desde la ACRC que actualmente es deficiente.