La Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) rechazó este 7 de marzo lo que considera guerra de desinformación y censura en torno al conflicto entre Rusia y Ucrania, y que alienta la rusofobia.
Una declaración de la Presidencia de la UPEC critica las acciones para desconectar a Rusia, prohibir sus medios informativos y condenar a periodistas.
Esas medidas, nunca usadas ante las múltiples invasiones de Estados Unidos a numerosos países, son también un atentado a la cultura, amplificado al punto de la inquisición medieval con la literatura rusa y otras manifestaciones artísticas, especie de neobarbarie inconcebible en la presunta culta Europa, dice el pronunciamiento.
Gracias a la censura contra Russia Today (RT), Sputnik y otros medios rusos, el único relato que parece existir es el de Washington, añade el texto.
Acota que Estados Unidos, junto a la OTAN, se ha proclamado juez de la verdad mundial y sus plataformas de comunicación etiquetan los perfiles de periodistas que trabajan para medios informativos de origen ruso, pero también de reporteros independientes y personal técnico que ha prestado servicios de forma subcontratada.
Nadie se atrevió a hacer algo similar con CNN y Fox News cuando hicieron posible la desinformación que terminó con la masacre de un millón de personas en Iraq, Afganistán, Libia y en un caos sangriento que aún persiste, añade la agrupación de los periodistas cubanos.
La UPEC reafirmó en la declaración su vocación pacífica y solidaridad con las víctimas del conflicto.
También subrayó su alerta «sobre esta guerra contra la información, contra el periodismo honesto y contra la cultura, una guerra que echa por tierra conceptos y valores conquistados por toda la humanidad a lo largo de su historia».
El texto concluye: la desinformación es crimen de lesa cultura, y en las actuales circunstancias favorece el apogeo del neofascismo y otros males.
Como alguien que tiene acceso a todas las fuentes públicas de información de este mundo, que no pertenece a ningún partido ni institución y que es un ciudadano independiente y libre de un país europeo libre y un consumidor de medios de comunicación de toda la vida, rechazo de la forma más enérgica posible el retrato que hace la UPEC de Cuba postulando que toda la información es igual.
A diferencia de Rusia, en los citados países occidentales todos los órganos de prensa y medios de comunicación pueden informar sin censura. Russia Today y Sputnik son órganos controlados por el Estado ruso que difunden sistemáticamente y a diario desinformación en todo el mundo. En Rusia, la libertad de prensa ha estado muy restringida durante mucho tiempo y recientemente se ha prohibido toda la prensa libre. Las personas que protestan contra esto son detenidas y castigadas por miles sólo por expresar su libre opinión. Una abrumadora mayoría de la comunidad mundial ha condenado enérgicamente en la Asamblea General de la ONU la guerra de Rusia contra Ucrania, en la que ahora se multiplican los ataques contra objetivos civiles. RT ha informado sobre esto de manera tendenciosa y como un medio que viola todas las reglas del periodismo veraz.
Es un relato selectivo y reductor por parte de la UPEC del bloqueo de los citados medios de propaganda y, además, un whataboutism al presentar a EEUU como autor del bloqueo de estos órganos de propaganda. La verdad es que todos los medios de comunicación libres y de primera línea de países con un reconocido y probado alto nivel periodístico como la BBC, Le Monde, Süddeutsche Zeitung, El País, The Globe and Mail, The Washington Post, etc etc con sus reportajes condenan las mentiras, la desinformación y la propaganda de RT y Sputnik.
La equiparación periodística de los medios de comunicación con una clara misión propagandística e información tendenciosa y selectiva y mentiras con los medios de comunicación serios e independientes es, en mi opinión, un insulto a todo periodista comprometido con la verdad y es también un truco retórico fácilmente transparente. Siguiendo esta lógica, cualquier reportaje, por muy falso o políticamente dirigido que sea, sería tan válido como un reportaje serio y no importaría lo que uno afirme sin tener que demostrarlo. Lo que significaría incluso permitir que todos los logros de la revolución cubana sean cuestionados en los medios de comunicación cubanos sólo porque hay libertad de expresión. Por lo tanto, la difusión de ideas racistas, fascistas o nazis tendría que ser tolerada como cualquier reportaje normal. La UPEC no puede querer realmente eso.
En mi opinión, la UPEC se aísla de todo el periodismo serio del mundo con su declaración y se pone al margen.
El Estado cubano tampoco permitiría, con razón, que hubiera medios de comunicación extranjeros que desinformaran sistemáticamente en la televisión cubana o en Internet con el objetivo de desestabilizar el país.
Como amigo y conocedor de Cuba desde hace muchos años, estoy horrorizado, como muchos otros europeos libres, por el camino que está tomando Cuba con su partidismo unilateral en la guerra de Ucrania y temo que la posición oficial cubana cause así un daño irreparable durante mucho tiempo.