El incendio de grandes dimensiones en la base de supertanqueros de Matanzas continúa este sábado, y está latente el peligro de nuevas explosiones.
Según reportes de prensa el siniestro afectó a dos de los grandes tanques de combustible y la fuerza y dirección del viento levantan grandes llamaradas en dirección a otros recipientes adyacentes.
El esfuerzo de bomberos y las tripulaciones de helicópteros que lanzan agua está enfocado en evitar que la temperatura de esos recipientes continúe elevándose a fin de impedir que estallen, como ocurrió con los números 51 y 52 de la mayor instalación de distribución de combustible de la isla.
También se está utilizando arena y tierra para crear cortafuegos y proteger la zona de atraque de buques tanqueros, que temprano abandonaron la bahía matancera.
El presidente Miguel Díaz-Canel, quien dirige desde esa ciudad las operaciones y estrategia ante la coyuntura, adelantó que sofocar el siniestro tomará tiempo.
En la jornada de este sábado se espera el arribo de ayuda técnica y medios desde México y Venezuela, aunque otras naciones han ofrecido su cooperación.
La cifra de lesionados subió a 121, aunque al menos 85 personas fueron dadas de alta. Hay cinco pacientes críticos, tres graves y 28 de cuidados, dijo el ministro de Salud, José Angel Portal en reunión de trabajo encabezada por Díaz-Canel.
Por su parte, la primera secretaria provincial del Partido Comunista de Cuba en Matanzas, Susely Morfa, lamentó el fallecimiento de uno de los bomberos que laboraban para controlar el incendio.
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