Con la notificación de casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido en Panamá, Argentina y Puerto Rico, Latinoamérica se suma a otras zonas continentales donde la enfermedad está presente desde el pasado mes de abril.
Mientras el territorio istmeño reportó con la dolencia a un paciente de dos años procedente de la provincia Panamá Oeste, positivo para el virus del tipo F40-41, el Departamento de Salud de Puerto Rico informó, el viernes pasado, mantener bajo investigación a un menor de cinco años tras diagnosticársele la referida hepatitis.
En Argentina, por la misma causa, de acuerdo con el comunicado difundido por el Ministerio de Salud, se internó en el Hospital de Niños de la ciudad norteña de Rosario a un pequeño de ocho años.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), por ahora el riesgo mundial es considerado bajo y, como no hay certeza sobre el origen del padecimiento, existe la posibilidad de estar en medio de una situación que previamente pasó desapercibida porque los casos solían ser pocos.
Recomendó el organismo estar atento a síntomas como diarrea o vómito, y principalmente ante señales de ictericia, que es la coloración amarilla de los ojos y la piel.
Además, sugirió tomar medidas básicas de higiene como lavarse las manos, cubrirse a toser o estornudar, todo lo cual sirve también para prevenir la transmisión del adenovirus, infección bajo estudio ante la sospecha de una posible relación con la hepatitis infantil.
Según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS), de los 169 casos notificados hasta el 29 de abril, en 85 se realizaron pruebas para la identificación de este patógeno, de los cuales 74 resultaron positivos y el adenovirus tipo 41 se halló en 18.
Los aquejados son pequeños sanos entre un mes y 16 años de edad cuya evolución clínica resulta variable, y el 10 por ciento de ellos necesitó de un trasplante de hígado.
A un mes de que Reino Unido notificara los primeros 10 casos (el pasado 5 de abril), la cifra de países afectados alcanzó la veintena y los enfermos sumaban 228, divulgó además la entidad internacional.
Después de Europa, el continente más afectado hasta la fecha, hubo notificaciones en Asia-Pacífico y Asia Meridional y América del Norte.
Abundó la OMS que en ninguno de los diagnosticados se identificó la infección por los virus de la hepatitis A, B, C, D y E y hasta ahora, según reportes de prensa, cuatro de los enfermos fallecieron, tres de ellos en Indonesia y uno en territorio británico.
No obstante las alarmas, informó la entidad que la investigación de los eventos se encuentra en curso, y la prioridad es determinar el origen del padecimiento para implementar las acciones de prevención y control.
Se están realizando pruebas de laboratorio para comprender el mecanismo subyacente y la potencial asociación de los casos con agentes infecciosos, químicos y toxinas, arguyó.
Aclaró, sin embargo, que los enfermos no manifestaron exposición a factores de riesgo epidemiológicos obvios, incluidos viajes internacionales recientes, y el mayor número de los casos conocidos carecían de inmunización contra la Covid-19.
La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser provocada por una infección o una intoxicación por medicamentos o sustancias.
Los agentes infecciosos más frecuentes son los virus responsables por las hepatitis A, B, C, D y E, y cuando la inflamación ocurre de manera rápida y abrupta, se está en frente de una forma aguda de la enfermedad, ahondó por su parte la OPS.
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