Mipymes en Trinidad: abrir mentalidades

Microelectrónica TDAD —la segunda de las seis micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) constituidas en Trinidad— apareció en el nuevo entramado económico local con una amplia gama de servicios de gran demanda. “Me decidí por esta rama en la que me desempeñé por mucho tiempo en el grupo Copextel”, comenta el ingeniero en Electrónica Osmany Manuel Jorge Quesada y uno de los socios.

Para el emprendedor trinitario, quien lidera un proyecto especializado en los servicios de corrientes débiles y sus periféricos, la nueva sociedad supone mayores beneficios económicos, comerciales, tecnológicos y legales, pero también la posibilidad para las empresas del territorio de acceder a varias prestaciones: “Trabajamos en la reparación o instalación de pizarras telefónicas, computadoras en red, circuitos cerrados de televisión, sistemas de alarmas contra intrusos y contra incendios, la instalación de paneles solares y de otras novedosas tecnologías”, acota Osmany.

Tras la autorización gubernamental, Microelectrónica TDAD inició el proceso para constituirse en pequeña empresa —con 10 y hasta 30 trabajadores— a través de la Plataforma de Actores Económicos.

“En octubre del 2021 tramitamos la documentación online y el 11 de noviembre ya teníamos la aprobación de nuestra mipyme —comenta el ingeniero Industrial Rubén Jorge Acosta, el otro socio—. Todo fue rápido; después de concluir los trámites legales, bancarios y fiscales, en los primeros días de enero comenzamos a brindar servicios”.

Ambos emprendedores consideran muy valiosa la información brindada por la propia plataforma y su canal en Telegram.

Al cumplirse dos meses de la constitución de la pequeña empresa, Escambray quiere conocer la experiencia y opinión de quienes la integran. En el taller, el joven Gabriel Hernández Juviel, técnico en Electrónica, se siente a gusto: “No tenía trabajo y Osmany habló con mi papá. Al otro día vine y comencé; hasta ahora me va bien y ellos también están contentos con mi desempeño”, dice mientras saborea el café que, casi como un ritual, bendicen todos a las tres de la tarde.

Para Alejandro Carrazana Martínez resulta un medio ideal en su adiestramiento. “Comencé a estudiar Ingeniería Eléctrica en la universidad, pero después de dos años me desvinculé; ahora pienso regresar por dirigido y mantenerme aquí. Ha sido muy bueno para mi preparación”. 

PESE A LOS TROPIEZOS

Microelectrónica TDAD ha sorteado no pocos inconvenientes desde el mismo momento en que Osmany y Rubén, amigos y ahora empresarios, decidieran unir un capital inicial y darle vida a su negocio, necesario en aras de diversificar la oferta de bienes y servicios en el municipio.

 “Necesitamos asesoramiento legal, contable y en lo referido a los recursos humanos. Pedimos mayor acompañamiento por parte del Bufete Colectivo, la universidad, la Asociación Nacional de Economistas, incluso del Gobierno”, sostiene Osmany que no desconoce lo novedoso de este proceso de aprobación de las mipymes.

Expertos en Cuba que le toman el pulso a la implementación de las nuevas medidas coinciden en la “mentalidad cerrada” de algunos administrativos, funcionarios y empresarios estatales a la hora de negociar con las nuevas empresas privadas y propiciar encadenamientos productivos beneficiosos, una limitante que hoy genera inquietud también para los emprendedores trinitarios.

“Hemos hecho recorridos por diferentes empresas e instituciones con el propósito de presentar nuestros servicios y hasta ahora no se ha recibido ninguna solicitud. El único contrato firmado es con la Dependencia Interna del Poder Popular y ya estamos trabajando en la instalación del sistema eléctrico de la nueva Dirección de Desarrollo Local”, manifiesta Osmany.

Con la preocupación de este empresario —y también del resto—, Escambray dialoga con Yulieski Cristo Dévora, viceintendente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, quien corrobora esa especie de resistencia por parte de directivos y comerciales de entidades del territorio para concertar negocios con los emprendimientos privados, pese a que existe todo el fundamento legal y la indicación de propiciar los encadenamientos productivos y de servicios a escala local. “Resulta una prioridad”, recalca la funcionaria.

A Rubén le preocupan además los suministros: “En medio del proceso de contratación de los servicios estamos analizando también la posibilidad de aliarnos con las empresas autorizadas a través de las cuales podemos realizar importaciones y así acceder a los recursos y materias primas que necesitamos. El proceso ha sido lento”.

BALANCE DOS MESES DESPUÉS

Microelectrónica TDAD sobrevive después de dos meses de aventurarse en un escenario económico desafiante. Osmany,  a quien también lo apasiona la contabilidad, revisa las cuentas a punta de lápiz: ingresos, gastos, utilidades, aunque en estos primeros seis meses está exenta del pago de impuestos, aunque debe pagar la seguridad social.

En ese lapso, los servicios de reparación de equipos a la población han garantizado —y garantizan— la recaudación que les permite cubrir salarios, algunos gastos y tener un mínimo de utilidad. “Sin embargo, nos sentimos confiados y esperamos que los contratos con las empresas estatales nos hagan perdurar”, comenta uno de los representantes del negocio.

Otro de los inconvenientes para Rubén tiene que ver con la imposibilidad hasta ahora de la importación de recursos que necesitan para brindar y ampliar sus servicios. “Sin contratos con las entidades autorizadas no tenemos acceso a la divisa, ni tampoco a un capital en MLC para nuevas inversiones; se deben destrabar algunos mecanismos”, concluye.

Pero los socios de Microelectrónica TDAD son optimistas; desde que decidieron constituir su pequeño negocio conocían de las dificultades, de la resistencia de algunos y hasta el recelo por lo novedoso de la medida. “La disposición es superar todos los escollos, que la empresa se consolide, nos dé frutos, buscar alianzas con Copextel y otras entidades, además de brindar un servicio social a la población, dice Rubén, y Osmany lo secunda: “No pensamos renunciar ni rendirnos, estamos analizando cada paso. Hemos indagado en Internet y conocemos los riesgos, pero tenemos una estrategia de subsistencia, con varias líneas de desarrollo. Vamos a sobrevivir”.