Del tiempo que hace que no llegan a Las Minas —una comunidad de Jíquima, en el municipio de Cabaiguán— el pollo y el aceite que se venden por la Libreta de Abastecimiento, como mecanismo para intentar distribuir estos productos de primera necesidad, escribe a “Cartas de los lectores” Margarita Castañeda Pérez.
Su inconformidad la viene rumiando desde hace meses y la deletrea ahora con fechas exactas: “Desde noviembre, que ya va a hacer siete meses, no nos traen ni un fisco de pollo; aceite va a hacer un año lo menos, si no lo compramos a los vendedores a 650 o a 700 pesos no lo comemos porque no tenemos una ayuda por la tienda”.
También, según escribe, entre los productos que jamás se han vendido en Las Minas figura el champú. Y como si fuese preciso apuntalar aún más tal panorama, Castañeda Pérez lanza otra preocupación a modo de interrogante: “¿Y qué hacemos los retirados como en el caso mío, que cobro 1 070 pesos, con qué vivo y como yo muchos más?”.
Leonardo Díaz Jiménez, coordinador de Programas y Objetivos de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Cabaiguán, está consciente de la encrucijada que supone distribuir los pocos productos de primera necesidad que llegan al municipio.
Con una hoja inmensa delante, a la que llama sábana y donde se recogen bodega por bodega, núcleo por núcleo, producto por producto… trata de ilustrar el crucigrama que es repartir los artículos de primera necesidad, sobre todo, porque la oferta no logra satisfacer nunca la demanda.
“Las Minas compra en el punto de venta de Tiendas Caribe que se halla en Jíquima. En toda la zona comercial de Jíquima hay 2 627 núcleos con alrededor de 4 980 consumidores. Tiene 19 núcleos con seis personas que se les dan dobles los productos —como tenemos establecido en el municipio para los hogares donde vivan seis personas o más—: el pollo, el aceite, el detergente o el picadillo.
“Se tomó la decisión de que todos los productos se dan por el cartabón, incluyendo los cigarros, solo no se venden así los culeros desechables y las toallitas húmedas, pero para estos artículos hay que llevar la libreta y la tarjeta del menor para evitar que se revendan”.
Mas, las estrategias han servido solo para atenuar. Lo reconocía Díaz Jiménez: “Lo que hay es un problema de desabastecimiento. El aceite hace mucho tiempo que no entra y el pollo hace menos, pero no entra la cantidad que se necesita”.
Solo para suplir la demanda mensual en el territorio, por ejemplo, del pollo se precisa más de un contenedor y desde hace tiempo no llega tal cuota. Por eso Díaz Jiménez no descarta lo que suscribe la lectora de Escambray cuando dice que esos productos se han perdido de Las Minas: “Puede ser, con toda la razón del mundo”, sostiene el funcionario gubernamental.
Garantizar para todos del modo más equitativo posible los productos de primera necesidad sigue siendo, sin dudas, un rompecabezas difícil de componer.
Por donde va la donación de productos alimenticios prometidos a Sancti Spiritus para el mes de julio/2022.
El gobierno va a tener que establecer alianzas con los revendedores porque en las tiendas del gobierno para distribuir normado al pueblo NO HAY PRODUCTOS, ESCASEAN, pero los revendedores lo tienen por cajas, paquetes, litros etc al mayor. Cómo se le explica esto a la población de Las Minas y de toda Cuba?