¿Por qué los teléfonos públicos de moneda se fueron a bolina en Sancti Spíritus? (+video)

Lamentablemente para algunos, las tecnologías en materia de comunicación se imponen, al punto de desplazar a todo galope —e incluso llevar a la extinción— a los llamados teléfonos públicos monederos, más conocidos por la población como aquellos equipos donde se realizan llamadas a partir del pago con menudo.

Según los datos de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) en la provincia, aquí existen alrededor de 2 500 equipos de telefonía pública, que ahora solo incluyen los que utilizan tarjetas Propia y los pertenecientes a agentes de telecomunicaciones, y representan una densidad superior a 5, lo cual ubica al territorio en el quinto lugar a nivel nacional en ese servicio.

Desde hace un tiempo, los teléfonos de monedas comenzaron a sustituirse paulatinamente por los que utilizan como medio de pago a Propia, una decisión que ha generado inquietudes e inconformidad, fundamentalmente en los segmentos más vulnerables: personas de bajos ingresos, ancianos y algunos discapacitados.

Consultado por Escambray, Gustavo López, jefe del Departamento Comercial de Etecsa en Sancti Spíritus, argumentó que los públicos que se pagaban con monedas resultaban difíciles de sostener porque a nivel mundial se encuentran totalmente obsoletos y escasean los fabricantes.

Por lo general, la modernidad ha llevado al empleo de la telefonía móvil y las tarjetas. Por ende, adquirir equipos nuevos de este tipo resulta muy costoso.

Además, esta modalidad presenta un mecanismo más complicado para componerla en caso de rotura e implica otros gastos en materia de transporte, combustible y recursos humanos, pues sistemáticamente precisa la recogida del dinero físico en el lugar donde se ubica.

Antes, cuando ese servicio se encontraba entre los más utilizados por la población, valía la pena llegar hasta ellos por los volúmenes de dinero recaudados, pero en la actualidad lo recogido no iba más allá de unas insignificantes monedas.

Por si fuera poco, estos teléfonos públicos resultaban más propensos al vandalismo: algunos usuarios lo mismo les echaban una arandela metálica que un trozo de papel. Y, según los especialistas, los costos de mantenimiento y reparación resultaban elevados.

Sancti Spíritus se encuentra entre los territorios de Cuba con más alta densidad de telefonía celular y las llamadas de emergencia, por ejemplo, a la Policía, los Bomberos y el Sistema de Urgencias Médicas, se encuentran libres de costo alguno.

A esa ventaja se une el hecho de que los equipos públicos con tarjeta Propia resultan mucho más sencillos. Se trata de aprender a lidiar con la tecnología, con los muchos numeritos y las órdenes automáticas que emite la operadora cuando iniciamos esta opción, lo que en verdad atormenta a los menos duchos.

A nivel mundial la tendencia se inclina a la desaparición de estos equipos de monedas. Cuba no va a invertir en una tecnología obsoleta, ni a continuar los gastos de reparación en medio de las dificultades que hoy se enfrentan por la escasez de piezas de repuesto para su arreglo. En Sancti Spíritus todos acaban de ser sustituidos por los que utilizan tarjetas.

En verdad, algunos se verán perjudicados, pero no les quedará de otra que aprender poco a poco o pedir auxilio a los más conocedores para comenzar a utilizar la Propia o el móvil porque ya constituye un hecho que aquí Etecsa no navegará contra corriente y los teléfonos públicos monederos se fueron definitivamente a bolina.