El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel exigió este 21 de abril la liberación del fundador de WikiLeaks Julian Assange, y advirtió que la orden de extradición emitida por la justicia británica equivale a una sentencia de muerte.
Permitir la extradición de Julian representa una amenaza para la libertad de prensa y una seria advertencia para quienes cuestionan las políticas represivas y las violaciones de los derechos humanos que comete Estados Unidos, afirmó el intelectual argentino en una carta divulgada aquí por una organización que agrupa a seguidores del periodista australiano.
La víspera, un juez de la Corte de Magistrados de Westminster autorizó que Assange sea entregado a las autoridades estadounidenses, que pretenden juzgarlo por publicar en WikiLeaks archivos secretos donde se exponen crímenes de guerra cometidos por sus militares en Iraq y Afganistán y otros documentos comprometedores para la diplomacia norteamericana.
El magistrado dejó, sin embargo, en manos de la ministra británica del Interior, Priti Patel, la decisión final sobre el destino del ciberactivista, quien está encerrado en una prisión londinense desde abril de 2019, fecha en que Ecuador le revocó el asilo otorgado siete años antes y lo entregó a la Policía británica.
En la misiva divulgada por la Campaña contra la Extradición de Assange, Pérez Esquivel asegura que el periodista australiano de 50 años de edad es una víctima de la política represora estadounidense por defender la libertad de prensa. Pedimos a los medios de comunicación y a los periodistas que luchan por la libertad que demanden la liberación de Julian Assange, quien con valentía cívica publicó documentos que demuestran las violaciones de los derechos humanos cometidas por Estados Unidos, recalcó el activista laureado con el Nobel de la Paz en 1980.
De ser entregado a los fiscales norteamericanos, el fundador de WikiLeaks podría ser condenado a 175 años de cárcel a partir de los 17 cargos que se le imputan.
ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL, desde la izquierda del espectro politico, y yo en el extremo opuesto, opinamos lo mismo: que no hayan Periodistas presos en ningún parte del planeta. He visto personalidades y gente de a pie de todas las tendencias políticas coincidiendoen que este hombre debe ser liberado para no sentar un peligroso precedente.