“Este código partió del debate popular, de una necesidad social”, enfatizó hoy el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, luego de participar en el referendo popular por el Código de las Familias.
En intercambio con la prensa, el mandatario dijo que en los últimos años la sociedad se ha vuelto más heterogénea; cambiaron las familias cubanas y aparecieron nuevos tipos de relaciones.
Díaz-Canel refirió que existían deudas con el tratamiento desde las normas jurídicas a determinados temas de herencia y de afecto, y era lógico que se tuvieran en consideración en un momento como este, agregó.
El jefe de Estado comentó que el nuevo Código de las Familias partió, además, del estudio de situaciones y casos de los tribunales, de las vivencias cotidianas de diferentes tipos de familias, de hechos acaecidos en determinado momento. “Desde estas experiencias se entiende mejor por qué hacía falta un código”, subrayó.
El presidente cubano resaltó el proceso de construcción colectiva de la ley, aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular el 22 de julio, órgano que le dio el visto bueno a la versión 25 y final de la normativa jurídica, caracterizada de justa, necesaria, actualizada, moderna, que da derechos y garantías a todas las personas y diversidades de familias y credos, argumentó a seguidas.
El dirigente partidista afirmó que la disposición legal transitó por un proceso popular amplio de discusión, el cual condujo a un grupo de modificaciones.
A juicio de Díaz-Canel, la mayoría del pueblo votará a favor del Código de las Familias, y a continuación reconoció que esta norma incluye asuntos que aún la ciudadanía no logra comprender.
“Creo que no hemos superado en 62 años un criterio de patriarcado en algunas familias, ni la comprensión hacia la diversidad”, añadió.
El mandatario aseveró que durante el proceso de elaboración de la legislación se ha respetado el derecho y la opinión de todo; sin embargo, existen personas que no han entendido que el código no niega la familia que ellos defienden; sino que les da garantías a ese tipo y a otros.
Díaz-Canel denunció, igualmente, las campañas de demonización y descrédito a la Revolución cubana, enfiladas, también, contra la nueva ley. “Hay personas que se manifiestan contra el Código, sobre todo en las redes sociales, con un lenguaje vulgar y lleno de odio. Si el Código dijera todo lo contrario a lo que dice este, esos odiadores también estarían criticándolo. No es un problema de convicciones, razonamientos, racionalidad o sentimientos, sencillamente hay gente que adoptan esa posición porque consideran que si es un Código dentro de la Revolución, entonces no debe valer”, remarcó.
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