Con la bienvenida a todos los jefes de gobierno y el agradecimiento por las muestras de solidaridad ante el lamentable accidente en el Hotel Saratoga, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, recordó que otra cumbre nos reúne en pocos meses y, ahora como nunca, es perentoria la unión de voluntades para construir consensos y avanzar en la integración regional, no son meras consignas, es una necesidad histórica.
Al citar al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, sobre la pertinencia del ALBA para la cooperación, el Presidente de la República destacó que una América Latina y El Caribe unida en su diversidad, con voz firme y propia, articulada en la coordinación de nuestras estrategias de desarrollo y en la defensa de la soberanía resulta esencial.
«Fragmentados podrían ignorar a cada uno de los representantes, unidos, nadie podrá silenciarnos, como no han podido quebrar la colaboración y la solidaridad que permite a los países de menos recursos enfrentar los duros exámenes de nuestra época», sentenció. En otro orden, llamó la atención sobre el desafío más grave para nuestras naciones en estos años: la pandemia, que ha tensado las economías y sistemas de salud; pero también ha obligado a generar iniciativas y nuevos proyectos de los que podemos sentirnos orgullosos.
En ese sentido, resaltó la meritoria labor del personal de la salud cubano, y la producción de vacunas anticovid con alto niveles de efectividad que han permitido más de nueve millones de personas con esquema de dosis completo, y más de siete millones con dosis de refuerzo. Todo ello, alertó fue la soberana respuesta de Cuba a una pandemia que llegó al país cuando ya sufríamos el impacto de 243 medidas que recrudecieron el criminal bloqueo que hace 63 años enfrentamos sin rendirnos.
Denunció que esas medidas no fueron levantadas ni en el momento más crítico, hasta el oxígeno nos bloquearon.
Entre otras ideas, Díaz-Canel ratificó la disposición de Cuba a poner nuestras capacidades al servicio de los países miembros, como ya se ha hecho. Esos avances son la prueba de que Cuba no se detiene, dijo.
Cuba seguirá avanzando en la construcción de una sociedad más justa y solidaria, subrayó.
«NUESTRA AMÉRICA CAMBIÓ, YA NO SON POSIBLES LAS EXCLUSIONES»
Por otra parte, se pronunció sobre la demanda de los gobiernos de convocar a todos los países del hemisferio a las Cumbre de las Américas, sin exclusiones.
Al respecto, afirmó que Estados Unidos pretende ignorar y silenciar esos pedidos, acudiendo incluso a maniobras de engaño, y recordó la primera vez que Cuba participó en este tipo de certamen, donde el General de Ejército Raúl Castro Ruz enfatizó en la importancia de que «podemos avanzar hacia la unidad y objetivos comunes en el marco de nuestra diversidad».
Alertó también que aprovechando su condición de anfitrión a la IX Cumbre de las Américas, Estados Unidos persigue adoptar documentos y conceptos injerencistas, sin tener en cuenta los criterios de todos, y excluyendo a países que tienen mucho que aportar sobre los temas esenciales que se debatirán en el evento.
«Hemos conocido que han encontrado una enérgica oposición a esos intentos, la práctica de excluir no es nueva, y confirma el interés de EE. UU por controlar el sistema interamericano para utilizarlo en función de objetivos hegemónicos e imponer un poder fiscalizador de la democracia. Ni política ni moralmente les corresponde tal derecho», afirmó.
Dicen ser promotores de la democracia, continuó, pero no son capaces de asegurar un espacio plural, pretenden interés en una relación constructiva con nuestra región, pero irrespetan las diferencias, así el gobierno estadunidense desoye una vez más el reclamo de una verdadera cumbre hemisférica con todos los países que habitamos el continente.
Puntualizó que el carácter de las relaciones hemisféricas debe cambiar, es obsoleta e inaceptable la política de subordinación de muchos al mandato de uno solo, por poderoso que este sea. Nuestra América cambió, ya no son posibles las exclusiones, la decisión de no invitar a todos es un retroceso histórico, y todos los países deben ser invitados en condiciones de igualdad, es irrespetuoso y lesiva de la soberanía de las naciones pretender decidir como anfitrión quiénes la representan.
Llamó además a afianzar los mecanismos de integración frente a los intentos de exclusión y selectividad. Unidos, lograremos defender de forma efectiva nuestra soberanía y autodeterminación sin injerencias, ni presiones externas, urge continuar defendiendo al ALBA-TCP como referente e impulsor de proyectos de cooperación que tributan a una América Latina y Caribe económica y políticamente más independiente y soberana.
En este complejo escenario debe respetarse el derecho a los hermanos países caribeños a recibir un trato justo, especial y diferenciado, imprescindible para enfrentar sus colosales retos.
El presidente cubano llamó a unir, no a dividir; a sumar, no a restar; a dialogar, no a confrontar, a respetar, no a imponer.
Son tiempos de defender con empeño y dignidad la América nuestra que tan bellamente dibujó con palabras José Martí, en concordancia con ello, dijo que la historia nos juzgará por cuánto logremos avanzar en esos propósitos de los que hoy depende hasta la propia sobrevivencia de nuestras identidades latinoamericanas y caribeñas.
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— Presidencia Cuba ?? (@PresidenciaCuba) May 27, 2022
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