La zafra azucarera en Cuba no empezó bien. Por ende, su evolución en los días que han transcurrido de molienda tampoco ha tenido un comportamiento favorable en el territorio nacional de manera general. Múltiples son las causas que han conducido a esa realidad, en la cual existe una mezcla de problemas objetivos y subjetivos, donde estos últimos están marcando la diferencia en los resultados.
Así, con objetividad y sin «paños tibios», fue evaluado el comportamiento de la molienda en el país este martes, en una reunión encabezada por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, que incluyó además un riguroso análisis sobre las causas que han llevado a la actual situación y cuáles son las perspectivas y estrategias de cada una de las provincias para superar este momento.
«Necesitamos una respuesta de la zafra», enfatizó el Jefe de Estado que, sin dejar de reconocer las problemáticas de recursos existentes, insistió en que ha hecho un tiempo magnífico para la zafra y no logramos las cosas que están planificadas.
El encuentro, que se realizó a través de videoconferencia con las máximas autoridades políticas y gubernamentales de las provincias donde se hace zafra en Cuba, contó con la participación además de los miembros del Buró Político Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República; Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro; y Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del Partido. Chequeos similares se desarrollarán cada semana con los diferentes territorios del país.
Tras concluir recientemente un recorrido por centrales de diferentes provincias —con el propósito de examinar la compleja situación por la que atraviesa la actual contienda— Julio Andrés García Pérez, presidente del Grupo Azucarero Azcuba, aseguró en el intercambio con la máxima dirección del país que «el primer problema que tenemos es un aspecto subjetivo, de disciplina, que se refleja en los números: con lo que tenemos hoy podemos estar entregando un 8 o un 9 porciento más de tarea, lo que equivaldría a poner 80 000 toneladas de caña por día y no lo logramos».
En estos momentos, dijo, existen 12 ingenios con riesgo de no poder cortar en abril toda la caña prevista, y en muchos casos la causa está asociada a la disciplina en la cosecha. De igual manera enfatizó que, a pesar del mismo déficit de recursos, en algunas empresas se ha logrado recuperar la compleja situación que tiene la arrancada y en otras ha sido imposible.
La situación que tiene el país —llamó a la reflexión el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista— no es para que estemos admitiendo problemas de disciplina: al contrario, tenemos que elevar el espíritu de trabajo para salir adelante y aportar más. «Que cada uno se ubique en cuáles son esos problemas de disciplina y los discutan y los combataen desde las estructuras del Partido», indicó.
Cómo aprovechamos mejor los recursos, cómo nos planificamos en el menor tiempo posible recuperar los atrasos y, sobre todo, cómo dedicamos tiempo a sembrar bastante caña para que la próxima zafra empiece también a cambiar la situación con relación a los niveles de producción de azúcar y el deterioro que tenemos en las plantaciones cañeras.
Fueron esas cuestiones esenciales acerca de las cuales, insistió Díaz-Canel, también es legítimo analizar desde el Partido, por ser temas ampliamente discutidos en el más reciente Pleno del Comité Central, en el cual se aprobaron 93 medidas para salvar la zafra azucarera.
De acuerdo con las valoraciones realizadas por el Presidente del Grupo Azucarero Azcuba, aun cuando no en todos los lugares se logra un aprovechamiento de esas medidas, de manera general están teniendo un impacto positivo, sobre todo en el corte manual y la eficiencia energética.
De los disímiles problemas que se identifican actualmente en la zafra, el Presidente de la República enfatizó de manera especial en la molida y el tiro de caña a los centrales. Es necesario —consideró—, aprovechar bien el tiro que tenemos, que esté cortada la caña que ese tiro puede poner en el central, para que entonces se muela al mayor porciento posible, de acuerdo con el potencial real de tiro.
Si bien esta industria, reconoció el Primer Ministro, tampoco ha escapado a los efectos provocados en el país por las complejidades de los últimos años, no podemos permitir que los problemas subjetivos marquen la diferencia en los resultados que se obtengan.
Tenemos que estremecernos bien —valoró— y ver cómo logramos recuperar los atrasos desde las posibilidades reales de cada territorio. Si en el campo no está el reflejo de esa exigencia, es muy difícil que logremos materializar los resultados que necesitamos.
Nuestro Presidente tiene la mirada hacia el sector del azúcar, pues es vital el cumplimiento del plan, el cual inyectará a nuestro país liquidez para el desarrollo de nuestra economía, es hora de aprovechar el momento.
Los trabajadores agro-azucareros demostraremos que podemos vencer las dificultades actuales presentes en la zafra que nos permita salir adelante y aportar más. Ratificamos nuestros compromisos productivos. Adelante Azucareros.
Los azucareros sabrán responder a este llamado del Presidente, a pesar de las dificultades del presente, el trabajo y esfuerzo continuan. #Azucareros #Vamospormás
Los azucareros a pesar de las dificultades por la que atraviesa el país estamos seguros que si ponemos empeño y dedicación a la tarea trinfaremos, HACER CAÑA amerita del factor humano y hacia allí vamos los trabajadores de nuestro sector.
Los trabajadores Agroindustriales Azucareros enfrentan a diario los enormes retos que genera el déficit que de manera general afecta las jornadas de trabajo, marcadas además por factores subjetivos que pesan muchísimo menos que los objetivos.
Enorme sensibilidad se aprecia en los colectivos Azucareros, puesto que son conscientes del compromiso que pesa con el pueblo. Luchan para que en los hogares se pueda endulzar el café, para que las madres puedan preparar el refresco de la merienda de los pequeños en casa y demás.
Es fuerte la tarea, pero en nada se ha claudicado, se enfrentan con valor las carencias y dificultades. #CubaVive #Azucareros
Lo principal para salvar la industria azucarera es la conservación de los suelos, los cuales ya no producen o es que hay ciegos en este país?. Camine la provincia, observe como quedan sin cortar, porque no sirven. Se han olvidado de una técnica milenaria que es sembrar a curva de nivel la cual permite la conservación de los suelos al evitar la erosión y permite la infiltración del agua. Pero a eso oidos sordos, se sigue cultivando pendiente abajo, roturando con exceso de humedad,etc. Nuestros suelos yacen en el fondo de presas, ríos, cañaones, en el mar, pero parece que a nadie le interesa esto. Los centros de investigación y fabriles quedarán para museos. Lo más triste es que este sistema de laboreo eficiente nada tiene que ver con el bloqueo norteamericvano. Hace más de setenta años no se utilizaba fertilizante, no había cosechadoras, pocos tractores y las zafras rendían más de cinco veces lo de hoy. Por favor directivos, tomen conciencia, sientan como suyo el problema pero conózcanlo, estúdienlo, visiten los campos para que luego decidan.
Tenemos que estremecernos bien y ver cómo logramos recuperar los atrasos desde las posibilidades reales de cada territorio. Si en el campo no está el reflejo de esa exigencia, es muy difícil que logremos materializar los resultados que necesitamos. Los trabajadores azucareros tenemos que demostrar que Si se puede a pesar de las limitaciones que tiene el país.
La situación que vive el país con relación a la zafra es muy compleja pues nuestro sector no ha escapado a los efectos del bloqueo pero debemos unificar fuerzas y redoblar esfuerzos para mejorar el sector y salir adelante como siempre lo hemos hecho… #CubaVive #CubaVence #Azucareros
La Agroindustria Azucarera se enfrenta tambien a las limitaciones de todo tipo que nos impone el injusto bloqueo de los EUA hacia Cuba, es una realidad que provoca los bajos rendimientos e ineficencias, no obstante debemos actuar en los problemas organizativos y de disciplina que se suceden a diario y también ocasionan daños a nuestra economía.
Hacer zafra en Cuba, hoy día, es una hazaña. Ni justifico ni dramatizo. Cuba se convirtió a principios del siglo XIX en la mayor productora y exportadora de azúcar del mundo por condiciones y acontecimientos específicos, pero sobre todo por haber tenido un mercado y fuentes financieras aseguradas. Así fue durante más de 150 años.
Después vino la Revolución y con ella la quema de cañaverales, los ataques piratas por aire y por mar, a los centrales cerca de la costa. Después las amenazas de la rebaja de la cuota azucarera (el mercado), más tarde la rebaja y finalmente la eliminación total (pérdida del mercado natural y acuerdos preferenciales a 21 ctvs. la libra de manera segura y estable).
Por si no fuera suficiente, vino el bloqueo a Cuba, conmemorado el 60 aniversario por estos días, que nos quitó no solo el mercado natural, seguro, estable y preferencial para nuestra azúcar, sino que nos quitó también las fuentes financieras y el mercado de suministros para la siembra y atención de las plantaciones cañeras, las reparaciones de la maquinaria agrícola, los centrales y el resto de las industrias de derivados y apoyo. Fue titánico aquello, recordemos que el sistema de medición norteamericano heredado de Inglaterra no se corresponde con el sistema métrico de la ExURSS y Europa Oriental, ni una tuerca rusa se podía utilizar en los tornillos americanos, hubo que reconvertir toda la tecnología, pregunten a una empresa que costo tiene eso.
Pero a pesar de eso, con efectos directos y concretos, el haber garantizado con la URRS y el campo socialista un mercado para vender el azúcar, comprar recursos para la sostenibilidad del sector y sobre todo contar con financiamientos permitió producir durante los primeros 30 años de la Revolución 2.2 millones de toneladas más, como promedio, que en los últimos 30 años de capitalismo en Cuba. Se produjeron 20 de las 21 mayores zafras de Cuba en toda su historia, la No.12 se había hecho en 1952. Las cifras están ahí, las podemos revisar una por una, con cualquiera que tenga dudas. Ejemplo que no es un problema de sistema económico social.
Después vino la caída del campo socialista y con ello la pérdida del mercado para vender y comprar, pero sobre todo se perdieron las fuentes financieras. De esa fecha para acá el financiamiento y las inversiones en el sector han sido limitadas, insuficientes y a la baja. En los últimos tres años, prácticamente nulas. La agroindustria azucarera, en cualquier parte del mundo, lleva fuertes montos de inversión anual para reponer plantaciones y atender las existentes, reparar y reponer maquinaria agrícola, para reparación, mantenimiento e inversiones en las fábricas. Se necesitan millones y en el momento que se necesitan, no cuando se puede. La realidad de la industria azucarera cubana ha sido la inversa, como he explicado.
Todo lo anterior ha llevado al cierre o paralización de centrales y otras estructuras productivas, el deterioro de las plantaciones, maquinaria y plantas existentes, incluso nos hemos visto obligados a tener paralizados o decirle que no vayan a trabajar por falta de combustible o determinados recursos (baterías, gomas, etc.).
No podemos hablar entonces de dirigentes corruptos o ineptos, ni de trabajadores indisciplinados, más bien de dirigentes con defectos, pero sobre todo con virtudes que logran cohesionar a los colectivos ante tantas dificultades para producir caña, azúcar y derivados. Y trabajadores humildes y consagrados, que ante tanta adversidad y desmotivación por lo que sucede con su sector van a trabajar y hacen su esfuerzo.
Ahora mismo lo que hay que hacer es estimular, motivar, reconocer y llamar a la vergüenza azucarera -de las más altas de la nación- para hacer el mayor esfuerzo, mientras colateralmente se busquen mercados y fuentes financiaras para darle a la agroindustria lo que más necesita para despegar su producción y eficiencia, como lo ha demostrado la historia azucarera de Cuba. Ejemplos sobran.