En medio de un fuerte movimiento popular de rechazo generada por una aguda crisis económica, el presidente Gotabaya Rajapaksa abandonó Sri Lanka este miércoles en un avión militar rumbo a Maldivas, mientras se reportaba que pese a la presión policial los manifestantes ocuparon la oficina del primer ministro.
Rajapaksa, quien también tiene la nacionalidad estadounidense, dejó el poder tras las masivas manifestaciones del pasado fin de semana, que forzaron el anuncio de su renuncia, la cual, según lo prometido por el mandatario, entró en vigor el miércoles.
El dirigente de 73 años, que el martes había intentado sin éxito abandonar el país, despegó del aeropuerto internacional de Colombo con su esposa y un guardaespaldas en una aeronave Antonov-32.
“Se les selló el pasaporte y embarcaron en un vuelo especial operado por la fuerza aérea”, dijo un funcionario de inmigración a AFP.
Según fuentes aeroportuarias, el avión estuvo retenido más de una hora en la pista del aeropuerto a la espera de autorización para aterrizar en las Maldivas.
El presidente fue trasladado en helicóptero al aeropuerto internacional de Colombo el lunes, pero el martes fue rechazado allí por los funcionarios de inmigración, quienes le negaron el acceso a la sala VIP para sellar su pasaporte, y algunos de sus asesores habían previsto que él y su séquito huyeran en un barco patrulla, dijo un alto responsable de Defensa.
Rajapaksa y su esposa habían pasado la noche del lunes en una base militar cercana al aeropuerto internacional tras perder cuatro vuelos que podrían haberles llevado a los Emiratos Árabes Unidos.
Un buque de la marina fue utilizado para trasladar al jefe de Estado el sábado desde el palacio presidencial asediado por los manifestantes hasta el puerto de Trincomalee, en el noreste del país.
Su hermano menor, Basil, que dimitió como ministro de Economía en abril, también perdió su vuelo a Dubái tras un encontronazo similar con inmigración.
Intentó utilizar un servicio de conserjería de pago para viajeros de negocios, pero el personal del aeropuerto y de inmigración anunció la supresión del servicio rápido con efecto inmediato.
“Algunos otros pasajeros protestaron contra el embarque de Basil en su vuelo”, dijo un funcionario del aeropuerto. “Era una situación tensa, así que salió del aeropuerto a toda prisa”.
Basil, que también tiene la nacionalidad estadounidense, debía solicitar un nuevo pasaporte tras dejar el suyo en el palacio presidencial cuando la familia Rajapaksa huyó el sábado ante la avalancha de miles de manifestantes, según una fuente diplomática.
Con la dimisión del jefe de Estado, el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, fue nombrado automáticamente presidente en funciones hasta que el Parlamento elija a un sustituto que ocupe el poder hasta el final de la actual legislatura, en noviembre de 2024.
Pero Wickremesinghe también está siendo cuestionado por los manifestantes que llevan más de tres meses acampados frente a la Secretaría Presidencial exigiendo la dimisión del presidente por la crisis económica del país.
Este miércoles, a pesar de que la policía intentó dispersar a los manifestantes con gases lacrimógenos y se observaron helicópteros de la Fuerza Aérea patrullando la zona, más personas se fueron concentrando fuera de la oficina de Wickremesinghe, en Colombo, y finalmente la invadieron, también exigiendo su renuncia.
Varias personas ingresaron a la instalación gubernamental por la entrada trasera y saltando los muros laterales. Hasta el momento, se reportaron al menos 24 participantes de la protesta heridos y hospitalizados.
El asalto a la oficina se produjo luego de que Wickremesinghe declarase el estado de emergencia en el país y el estado de excepción en la provincia donde se encuentra Colombo, la capital comercial del país.
El ahora presidente interino pidió en un mensaje televisado a las fuerzas militares y policiales que “restauren el orden”.
Los manifestantes también ocuparon brevemente el edificio de la televisión estatal demandando que se transmitan las protestas y se les dio 15 minutos de aire. Luego del incidente, el canal suspendió su emisión temporalmente.
En los últimos días, los manifestantes han ocupado varios edificios gubernamentales para exigir la renuncia de sus principales dirigentes, mostrando su enojo ante la profunda crisis económica que padece el país asiático.
Sri Lanka sufre actualmente la peor crisis económica de su historia. Un escenario marcado por la falta de petróleo y la escasez de alimentos, además de protestas multitudinarias y violentas, y las masivas renuncias de las autoridades ante una situación ingobernable, todo lo cual ha generado el caos político.
Los inconformes han prometido ocupar los edificios oficiales hasta que se hayan marchado los mandatarios.
Durante los últimos días ha acudido gente al palacio presidencial, casi como si fuera una atracción turística, y han nadado en la piscina, contemplado los cuadros o descansado en camas llenas de almohadas. También prendieron fuego a la residencia privada del primer ministro.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.