El General de Ejército Raúl Castro Ruz encabezó, este sábado, la ceremonia de traslado e inhumación de las cenizas del destacado combatiente revolucionario Armando Hart Dávalos, en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia de Santiago de Cuba, justo cuando se cumplen cinco años de su fallecimiento.
Temprano en la mañana, en un acto sencillo, y a la vez conmovedor, combatientes de la unidad de ceremonia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), acompañados por la banda de música del Ejército Oriental, colocaron ofrendas florales del General de Ejército y del Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; y depositaron la urna cineraria. Custodiando la bóveda también sobresalían las ofrendas de los familiares, de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y de la Asociación de Combatientes de la Revolución cubana.
En honor y homenaje póstumo a Armando Hart fueron disparadas tres salvas de fusilería, y el toque de silencio del corneta vino a acentuar la solemnidad de una jornada, en la que estuvieron presentes, además, los miembros del Buró Político general de División Lázaro Alberto Álvarez Casas, ministro del Interior; general de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, viceministro primero de las FAR, y el general de Brigada José Amado Ricardo Guerra, secretario del Consejo de Ministros.
También asistieron el miembro del Secretariado del Comité Central y jefe de su Departamento Ideológico, Rogelio Polanco Fuentes; la vice primera ministra, Inés María Chapman Waugh; los máximos dirigentes del Partido y el Gobierno en Santiago de Cuba, José Ramón Monteagudo Ruiz y Beatriz Johnson Urrutia, respectivamente; junto a familiares y amigos de Hart, otras autoridades del territorio y personalidades de la cultura santiaguera.
Raúl, seguido por los participantes, depositó flores sobre la tumba de quien fuera un ferviente luchador contra la dictadura de Batista, integrante de la dirección nacional del Movimiento 26 de Julio, y uno de los partícipes del levantamiento del 30 de noviembre de 1956, a lo que se sumó su trabajo con Frank País García en la organización del Movimiento en el llano, y en el apoyo a la Sierra Maestra.
Tampoco podría obviarse su desempeño como ministro de Educación, tras el triunfo revolucionario y, posteriormente, de Cultura, cargo que ocupó durante más de dos décadas. A ello se añade su marcada vocación martiana y fidelista, la cual llevó a su máxima expresión como director de la Oficina del Programa Martiano, y presidente de la Sociedad Cultural José Martí.
Como reflejo de un compromiso que no ha de romperse ni con la muerte, y fiel a su voluntad, desde este 26 de noviembre las cenizas de Armando Hart descansan muy cerca de la tumba de Frank País, su compañero de luchas, sitio donde también colocaron flores el líder de la Revolución y los demás participantes.
Al concluir la jornada, Raúl saludó, junto a otros familiares, a Eloísa Carrera Varona, viuda de Hart, quien, conocedora de los sentimientos más hondos de su compañero, aseguró que «la presencia del General de Ejército en la ceremonia es la honra mayor que se le ha cumplido».
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