De la gratitud del General de Ejército Raúl Castro Ruz hacia la labor de los colaboradores aquí, conocieron los que, en representación de esa fuerza internacionalista, intercambiaron con el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, como parte de su agenda oficial de trabajo en esta nación.
«Los agradecidos somos nosotros», dijo el Premier, en nombre del pueblo y del Gobierno cubanos, y del Primer Secretario del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Marrero Cruz ponderó el aporte solidario de sus compatriotas en suelo venezolano, y el mérito adicional que implica realizar su labor en un contexto tan complicado como el impuesto por la pandemia de la COVID-19 y por el bloqueo estadounidense, arreciado con similares oportunismo y crudeza en las dos naciones hermanas.
En el encuentro, el Jefe de Gobierno ofreció una actualización de los indicadores de enfrentamiento a la pandemia en Cuba, los cuales hablan de control y niveles de estabilidad que nos permiten mantener una vida activa en lo económico y lo social.
Sobre la gestión gubernamental, repasó algunas de las tareas de envergadura, como la implementación de la Estrategia económico-social, la aplicación de medidas para dinamizar la agricultura, las cuales han comenzado a dar resultados en determinadas áreas, el perfeccionamiento de los actores económicos, el fortalecimiento de la empresa estatal, aún lejos del ritmo que se requiere, así como la atención a las personas y comunidades en situación de vulnerabilidad.
A la guerra comunicacional emprendida contra Cuba también hizo referencia el Primer Ministro cubano, e insistió en la necesidad de desarrollar una estrategia de defensa de la Revolución. «Hay que pasar a la ofensiva», aseveró.
Marrero Cruz también se interesó por las condiciones de vida de los colaboradores, sus preocupaciones, los resultados de cada una de las misiones sociales, unido a las proyecciones para el año en curso.
Esta visita, afirmó, será el punto de partida para emprender una actualización del convenio de cooperación con este hermano país, sobre la base de los principios fundacionales defendidos por Fidel y Chávez, y que sellaron una amistad inquebrantable entre ambos pueblos.
EL AGRADECIMIENTO DE UN PAÍS A SUS COLABORADORES
Antes de emitir sus valoraciones, el dirigente recibió información sobre el quehacer de los más de 19 000 cubanos y cubanas que prestan servicios en Venezuela. Julio César García Rodríguez, jefe de la Oficina de Atención a las Misiones Sociales aquí, dio cuenta de más de 1 500 proyectos conjuntos, ejecutados en interés de las dos naciones, desde la firma del Convenio Integral de Colaboración.
En ese tiempo, agregó, nuestros profesionales de la Salud han logrado Salvar 1 200 000 vidas, y le han devuelto la vista a 3 000 000 de venezolanos, mediante la Operación Milagro.
De cifras millonarias, igualmente se habló en nombre de las misiones educativas, las que, tras reducir del 8 % al 2 % el índice de analfabetismo, mediante el método Yo Sí Puedo, mantienen al alza el nivel de escolaridad del pueblo venezolano. Notable en ese sentido resultan los 32 doctores y más de 200 másteres en Ciencias Pedagógicas, formados por especialistas de nuestro país.
Hecho realidad el sueño del Comandante en Jefe y del mejor amigo de Cuba, afloró también durante la plática, en las intervenciones de otros representantes como Aisis Magaña, de Barrio Adentro Deportivo, la cual, desde sus inicios, ha visto pasar unos 44 000 técnicos, especialistas y entrenadores por este país. Con su llegada aquí, el deporte venezolano dejó de ser exclusividad de las élites, para convertirse en privilegio de las masas. Durante el ciclo olímpico precedente, el de mejores resultados históricos para el deporte en esta nación, Cuba tuvo incidencia en nueve de cada diez medallas ganadas por Venezuela en lides foráneas.
Igual es de favorable el saldo de la colaboración mutua en otras misiones como la agroalimentaria, impulsora de un prometedor proyecto como parte de un programa binacional, unido a otras como la de Cultura.
A esta última los venezolanos le agradecen proyectos de cultura comunitaria, entre ellos, el de la Colmenita Bolivariana, en crecimiento constante, hasta el punto de contar hoy con 93 núcleos colmeneros, con más de 3 000 niños y adolescentes beneficiados en los 24 estados del país.
Durante el debate también intervino Iscander Morales Suárez, director de la Misión Energética cubana, quien explicó las principales tareas en las que están inmersos, entre ellas, los diagnósticos termográficos, la reparación de transformadores y el mantenimiento a los sistemas de seguridad de las subestaciones.
José Antonio Machado Reyes, a cargo de la Misión Médica, abundó en la labor emprendida para la reapertura de todos los servicios de Salud, notablemente menguados por los efectos de la pandemia.
Sobre el enfrentamiento a la COVID-19, específicamente, habló de la labor de los colaboradores en 410 centros, 43 de ellos ubicados en zonas fronterizas y de difícil acceso, así como el apoyo a la vacunación que ya alcanza los más de dos millones de venezolanos, entre ellos, más de 263 000 menores de 18 años.
Machado Reyes llamó la atención, además, sobre la labor docente, la recuperación y el mantenimiento de las infraestructuras y las medidas adoptadas para mejorar la atención al personal de Salud.
Minutos antes del enriquecedor intercambio, el Primer Ministro cubano recorrió áreas del Centro Integral de Salud Doctor Salvador Allende, en Chuao, barriada metropolitana del estado de Miranda. La instalación, que atiende entre 70 y 90 pacientes por día, fue remozada en meses recientes; está equipada con medios de avanzada tecnología, y presta una veintena de servicios en 16 especialidades médicas.
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