Cuba expresó este viernes en Naciones Unidas el rechazo a medidas coercitivas como el bloqueo de Estados Unidos que limitan el derecho de los Estados a la investigación, producción y uso de energía nuclear con fines pacíficos.
Durante su intervención en el debate temático “Armas Nucleares “del periodo 77 de sesiones de la Asamblea General de la ONU, el embajador cubano Yusnier Romero expresó la oposición de la isla a este tipo de actos unilaterales y denunció el cerco económico, comercial y financiero de Washington contra el país caribeño como una muestra de ello.
El representante permanente alterno de Cuba ante Naciones Unidas llamó también a abstenerse de realizar acciones que agudicen la tensa situación en la península coreana y condenó la injerencia externa en los asuntos de República Popular Democrática de Corea y la imposición de injustas medidas económicas contra la nación asiática.
Al respecto, destacó la importancia del diálogo y las negociaciones para el logro de una solución política duradera en la península, que incluya las preocupaciones legítimas de las partes involucradas.
Recordó que hace 77 años Estados Unidos, el único país en usar armas nucleares, sembró dolor y muerte en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
“Las consecuencias devastadoras de ese acto criminal evidenciaron la necesidad imperiosa de la eliminación total de las armas nucleares, de forma transparente, verificable e irreversible”, apuntó el diplomático.
En ese sentido, calificó de injustificable e inaceptable que aún existan más de 13 mil artefactos de ese tipo, de los cuales cerca de cuatro mil están desplegadas, listos para su empleo inmediato, apuntó.
El embajador cubano abogó por el uso de los miles de millones de dólares que se dilapidan en la modernización y ampliación de este armamento en la erradicación del hambre, la pobreza, las enfermedades, la ignorancia y las consecuencias del colonialismo y del injusto orden económico internacional.
Además, exhortó a abandonar las posturas y doctrinas militares sustentadas en la disuasión nuclear y la estabilidad estratégica, o la necesidad de “crear las condiciones para el desarme nuclear.
Rechazó en ese sentido los intentos de condicionar la eliminación de ese armamento y legitimar el status quo.
Lamentó, asimismo, el fracaso de la Décima Conferencia de Examen del Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), con un final sin acuerdos, lo que socava la credibilidad del Tratado y aleja el objetivo de un mundo libre de armas nucleares, precisó.
Romero reiteró la importancia de la Conferencia de Desarme como el foro idóneo para la negociación de instrumentos jurídicamente vinculantes, universales e incondicionales, que brinden garantías de seguridad irreversibles para los Estados que no poseen armas nucleares y prohíban la producción de materiales necesarios en la fabricación de esos dispositivos u otros de igual naturaleza.
Subrayó el compromiso de la isla en promover la universalización del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, el cual refrenda el carácter ilegal de este tipo de armamento, apuntó.
Sin embargo, consideró crucial a entrada en vigor del acuerdo para la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
El embajador apoyó el establecimiento de una Zona Libre de Armas Nucleares y otras armas de destrucción en masa en el Medio Oriente; además manifestó la posición de Cuba a favor del Plan de Acción Integral Conjunto con Irán y en rechazo a la retirada de Estados Unidos del Acuerdo.
Ratificó el firme compromiso de su país con el desarme, lo cual, afirmó, es una posición consistente con los principios de la política exterior de la nación caribeña, refrendados en su constitución.
Rememoró que América Latina y el Caribe es la primera Zona Libre de Armas Nucleares en un área densamente poblada, posteriormente proclamada como Zona de Paz, lo cual, dijo, es un orgullo para la isla pertenecer a esa región y la responsabilidad de continuar el trabajo por un mundo libre de ese tipo de armamento.
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