Con una tasa de mortalidad infantil de 3.4 por cada 1 000 nacidos vivos, la más baja de Cuba en la actualidad, Sancti Spíritus se mantiene entre las provincias con resultados más estables durante los últimos cinco años en este indicador del Programa Materno Infantil (PAMI).
De acuerdo con el doctor Frank García González, jefe del PAMI en la Dirección Provincial de Salud, entre los elementos que contribuyen a este logro se encuentra la interrelación entre la Atención Primaria y la Secundaria de Salud.
En ello —puntualizó el directivo— sobresale la labor coordinada entre policlínicos, asesores de genética, grupos básicos de trabajo y los básicos de Salud con los hogares maternos, los hospitales municipales y los servicios de Perinatología y Neonatología del Hospital Provincial Camilo Cienfuegos y la Unidad de Cuidados Intensivos del Pediátrico espirituano.
Aunque en este período no ha faltado el empeño en aras de salvar a niños críticos y graves —manifestó el también especialista de primer grado en Ginecobstetricia—, la provincia registra nueve defunciones en menores de un año, con mayor incidencia en los municipios de Fomento y Cabaiguán, los cuales notifican tasas de 6.6 y 6.7, respectivamente; mientras Yaguajay y La Sierpe no reportan fallecidos en lo que va de año.
A pesar de que los resultados en el indicador de mortalidad infantil están a nivel, incluso superior a países desarrollados, la provincia enfoca la mirada hacia algunas deficiencias relacionadas con el seguimiento del protocolo del riesgo de prematuridad. “El propósito es evitar que los niños nazcan antes de tiempo o que presenten un crecimiento intrauterino retardado”, subrayó el especialista.
En este sentido —agregó— se refuerza la atención en Trinidad y Sancti Spíritus, que computan la mayor cantidad de embarazadas con algún tipo de riesgo obstétrico, y cuya reticencia al ingreso en hogares maternos y hospitales hace difícil el seguimiento prenatal.
Aun cuando en Sancti Spíritus, uno de los territorios más envejecidos de Cuba, existen acciones para impulsar la natalidad, la tendencia al decrecimiento ha sido evidente en los últimos 10 años, con incidencia en este 2022, que de enero a la fecha registra 2 594 nacimientos, 304 menos en relación con igual etapa del año anterior.
A favor de la salud infantil en el territorio espirituano, habla la supervivencia de más del 90 por ciento de los niños graves en las salas de Neonatología, del Camilo Cienfuegos, y de más del 95, en la de Cuidados Intensivos pediátricos.
Entre las prioridades del PAMI en la provincia, figura el trabajo con el riesgo preconcepcional, es decir, “hacer posible que la mujer logre un embarazo en condiciones óptimas de salud y llegue a un feliz término” —aseveró García González—, propósito aún no alcanzado completamente en el territorio, hoy con dos muertes maternas registradas hasta el cierre de octubre.
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