Unidades del Distrito Militar Sur y del Distrito Militar Oeste de las Fuerzas Armadas de Rusia comenzaron a retirarse hacia sus bases permanentes luego de participar en entrenamientos, informó el Ministerio de Defensa.
“Al finalizar las actividades de entrenamiento de combate, las tropas marcharán, como siempre, de forma combinada hacia sus puntos de despliegue permanente”, explicó el portavoz del ente militar, Ígor Konashénkov en un comunicado.
Puntualizó que las unidades de los Distritos Militares Sur y Oeste que completaron los ejercicios ya comenzaron a cargar en transportes ferroviarios y por carretera y empezarán a desplazarse este martes a sus respectivas guarniciones.
Según el texto, algunas unidades marcharán en columnas militares.
Antes se informó que en las prácticas participaron tropas de casi todos los distritos militares de Rusia.
El regreso de las fuerzas rusas a sus bases sucede en momentos de un aumento de las tensiones en la región por las acusaciones repetidas por autoridades y medios de prensa occidentales acerca de una supuesta invasión de Moscú a Ucrania.
Las autoridades de este país negaron en reiteradas ocasiones tales denuncias y aseguraron que Rusia no tiene ninguna intención de atacar a Ucrania y, por el contrario, señalaron que esas especulaciones pueden provocar el escalamiento del conflicto interno en ese país.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, también señaló que el repliegue de las tropas rusas de la frontera ucraniana a sus bases de origen “no depende de la histeria de Occidente” en torno a Ucrania, sino que “estaba programada”.
En una conversación telefónica el sábado, Lavrov dijo al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que la campaña de propaganda de Washington sobre la supuesta agresión rusa contra Ucrania persigue objetivos provocativos.
Los discursos de políticos, diplomáticos y medios de comunicación occidentales sobre los presuntos planes rusos contra Kiev han escalado durante los últimos dos meses, acciones que denunció Moscú.
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, calificó esa estrategia como un aumento vacío e infundado de la tensión y enfatizó que Rusia no representa una amenaza para nadie.
Asimismo, alertó sobre la posibilidad de que utilizando como argumento el presumible ataque ruso se produzcan provocaciones para justificar esas palabras.
Según el jefe de la oficina de prensa del Kremlin, los intentos de resolver la crisis en el sudeste de Ucrania por la fuerza tendrán las consecuencias graves.
El pasado 25 de enero, los Distritos Militares del Oeste y del Sur de Rusia empezaron un control de preparación para el combate en medio de la crisis en las relaciones con la OTAN. El examen implicó el despliegue de unidades en campos de entrenamiento.
Mientras, los ejercicios militares ruso-bielorrusos Resolución Aliada 2022 (Soyúznaya Reshimost, en ruso) se llevan a cabo en Bielorrusia desde el 10 hasta el 20 de febrero.
Las maniobras se enfocan en “practicar misiones de reprimir y repeler la agresión externa durante una operación defensiva, así como la lucha contra el terrorismo y proteger los intereses del Estado de la Unión (compuesto por ambos países)”.
Ayer, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, anunció en una reunión con el presidente Vladímir Putin que algunos de los ejercicios que realizan los militares del país están a punto de terminar.
El estallido de las hostilidades es inminente.La OTAN y el imperio más sus aliados avanzarán sobre Rusia.La misma socialdemocracia que tanto dinero transfiere a nuestras instituciones,esa misma es la que dará su consentimiento para el asalto.
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