Sancti Spíritus a pie de urna (+fotos e infografía)

Desde horas tempranas más de 360 000 espirituanos tienen la oportunidad de ser gestores de un acto sin precedentes en el mundo: ratificar a pie de urna, por primera vez en la historia, el nuevo Código de las Familias cubanas.

Con los pioneros como custodios, a las siete de la mañana dio inicio el referendo en los 1 000 colegios habilitados en la provincia en un ejercicio democrático que cuenta con el apoyo de decenas de especialistas, encargados de mantener, entre otros detalles, el sistema de comunicaciones a fin de garantizar la efectividad en el flujo de datos e informaciones durante la jornada.

A Félix Valle, un octogenario maestro jubilado le sobran pretextos para este día, apoyar una norma jurídica que le da derechos, que protege su ancianidad y una dignidad forjada con años de trabajo.

En el referendo que tiene lugar hoy en todo el país tienen derecho al voto los ciudadanos cubanos mayores de 16 años, residentes permanentes en el país, aunque de acuerdo con Neisa Muro Ríos, presidenta del Consejo Electoral Provincial, en caso de que un elector no esté en su lugar de residencia el día de las votaciones, existen tres colegios especiales donde pueden votar emplazados en los hospitales Camilo Cienfuegos y Pediátrico Provincial, y en la Terminal de Ómnibus Interprovincial.

Además de la existencia de esos colegios, la funcionaria destacó que cualquier persona que se encuentre lejos de su lugar de residencia puede llegar al colegio más cercano y ejercer su derecho al voto.

El pueblo poco a poco acude las urnas hasta el cierre de los locales a las seis de la tarde, hora en que se da por terminada la votación, aunque no hayan ejercido ese derecho todos los electores. En los colegios donde concurran todos los ciudadanos antes de la hora del cierre, el presidente dará por concluido el sufragio.

El texto jurídico, sobre el cual se pronuncia el pueblo este 25 de septiembre desde las urnas, abraza el anhelo de cualquier familia cubana, de ahí que muchos amanecieran en las puertas de los colegios para ejercer su derecho constitucional y ratificar la sentencia martiana de que “El voto es un depósito más delicado que otro alguno, pues va con él la vida, honor y porvenir”.