Más allá de que la cosecha en Sancti Spíritus está en pleno apogeo, alrededor del cultivo de café son pocas las novedades, toda vez que la plantación sigue golpeada por los efectos de la falta de insumos derivadas del complejo contexto económico-financiero del país. Además, vuelve a incidir en la recogida del grano el atraso en la maduración, reflejado en la deuda productiva que dejó octubre.
Leosvaldo Cruz Duardo, especialista de la actividad en la Delegación Provincial de la Agricultura, señaló a Escambray que la proyección de cosecha en el mes recién concluido se fijaba en 115 toneladas de café, más la recogida sumó 95 toneladas, motivado porque hay atraso en la maduración de la especie arábiga y los rendimientos industriales no se comportan como se esperaba, con parámetros inferiores al nivel de años anteriores, precisó.
A partir del comportamiento que ha mostrado la recolección iniciada en septiembre, Cruz Duardo destacó que si bien noviembre y diciembre deciden la producción cafetalera en la provincia, “en los pronósticos de la cosecha para cierre del 2022 pensamos que la provincia no llegue a las 482 toneladas inscritas en el período, porque, aun cuando está la contratación con los productores, por un problema fisiológico de la planta y la maduración tardía, se avizora un desplazamiento de un nivel importante de la producción de diciembre para enero, entonces podemos incumplir con la
planificación del año calendario porque ese café de enero pasa al plan del 2023”, señaló.
Al cierre del 2021 Sancti Spíritus aportó a la economía unas 270 toneladas de café —ni siquiera cerca de la mitad de lo que demanda la provincia—, de manera que, pese a que se incumpla lo previsto para esta etapa, la actual recogida debe superar esos niveles, en tanto la cosecha se asienta sobre unas 1 600 hectáreas, alrededor del 75 por ciento de la plantación existente.
De acuerdo con las estimaciones de la campaña, el especialista detalló que esperan recolectar en los dos meses finales unas 200 toneladas de café, rango en dependencia del comportamiento de la maduración; en tanto la variedad robusta representa poco más del 80 por ciento de la cosecha.
El propósito de los productores es recoger todo el café que esté maduro encima de la planta, porque ese es su sostén económico, añadió el directivo y aseveró que es posible crecer en relación con el año anterior, “aun con las carencias de recursos se deben incrementar los rendimientos agrícolas, a la vez que se impone acudir más a los medios biológicos, la alternativa hoy a la mano”, expresó.
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