La posición de Donald Trump como figura dominante en el Partido Republicano sigue cuestionada, tras no materializarse una victoria aplastante de la agrupación en las elecciones de medio término del martes.
Algunos miembros de su movimiento culparon a Trump por los decepcionantes resultados de varios candidatos que respaldó y ahora le han pedido que retrase su “gran anuncio”, programado para la próxima semana, cuando se espera que el magnate anuncie una nueva candidatura para los comicios de 2024.
Si bien ninguna papeleta incluía su nombre, Trump respaldó a diferentes candidatos y se colocó a sí mismo como protagonista de los comicios, al sugerir que anunciaría su postulación presidencial para 2024 una semana después de lo que anticipaba como una gran ola de triunfos republicanos.
Y aunque los republicanos parecen encaminados a lograr al menos los 218 escaños que necesitan para recuperar la mayoría de la Cámara de Representantes, eso aún está pendiente de confirmación, mientras que el control del Senado sigue incierto.
Con la vaticinada marea de victorias republicanas brillando por su ausencia y lo incierto en cuanto a qué partido controlará el Congreso, algunos expertos creen que a Trump pudo haberle salido el tiro por la culata.
En ese contexto, varios aliados del magnate le están alentando a retrasar la confirmación de su candidatura presidencial, con el argumento de que el enfoque total del partido debe estar en Georgia.
Es precisamente en Georgia donde podría definirse la mayoría del Senado en una segunda vuelta en diciembre entre el demócrata Raphael Warnock y el republicano Herschel Walker, un exjugador de fútbol americano apoyado por Trump
Según la prensa estadounidense, una persona familiarizada con el asunto reveló que Trump estaba consultando a asesores para conocer sus opiniones, pero que aún no se había tomado una decisión.
Sin embargo, en una entrevista concedida a Fox News, Trump aseguró que sus planes de hacer un anuncio «importante» la próxima semana no han cambiado, pues el partido obtuvo un éxito tremendo en las elecciones legislativas del martes.
En esos comicios, Trump respaldó a más de 330 republicanos, y mientras varios triunfaron, otros sufrieron duras derrotas en contiendas importantes, particularmente en Pensilvania, donde el demócrata John Fetterman derrotó a Mehmet Oz.
Los candidatos alentados por Trump también fracasaron en las elecciones a gobernador en Pensilvania, Michigan y Maryland, y una contienda por el Senado en New Hampshire.
Eso debilita la posición e influencia de Trump dentro del Partido Republicano, según el politólogo de la Universidad de Emory, Alan Abramowitz, quien ha escrito libros sobre elecciones en Estados Unidos.
Abramowitz comentó que el hecho de que candidatos respaldados por Trump en estados clave perdieran o tuvieran peores resultados de los esperados plantea preguntas sobre el efecto que la participación del expresidente está teniendo en el partido.
Otro motivo por el cual los comicios pudieron ser un revés para Trump es que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se consolidó como estrella conservadora en ascenso al ser reelecto por amplio margen.
De hecho, DeSantis es considerado uno de los grandes vencedores del martes, lo que refuerza su imagen como potencial presidenciable republicano en el 2024, lo que no gusta para nada Trump, quien ya amenazó con revelar cosas sobre el dirigente floridano que no serán muy halagadoras.
En diálogo con la BBC, el encuestador y estratega republicano Patrick Ruffini describió a Trump como un «animal herido», al compararlo con el momento electoral que tuvo Ron DeSantis.
Por lo pronto, el representante republicano Adam Kinzinger se atrevió a pedir a su partido que expulse a la familia Trump del futuro léxico de la agrupación conservadora.
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