SÍ por un futuro mejor

El pueblo espirituano votó por la dignidad y sus derechos cuando el pasado domingo el 68.54 por ciento de los electores dijo Sí por la aprobación del Código de las Familias

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El pasado domingo el 68.54 por ciento de los electores dijo Sí por la aprobación del Código de las Familias. (Foto: Radio Fomento/Facebook).

Pasó el esperado 25 de septiembre y al fin se despejó, la incertidumbre.Incluso en medio de condicionantes económico-sociales, junto al implacable tiroteo de una guerra comunicacional desde las redes, más allá de diversidades éticas y morales, segmentos sociales, razas y credos, la mayoría del pueblo de Sancti Spíritus, como el de toda Cuba, dijo Sí en un referendo de significaciones humanas trascendentales para refrendar el Código de las Familias.

Muchos de los que fueron a las urnas el pasado domingo lo hicieron convencidos, como asegurara Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, de que la norma legal nació no solo desde el Derecho, sino desde el pueblo como una necesidad social porque había cambiado nuestra sociedad, se había reconocido una heterogeneidad en nuestra sociedad y necesitábamos un código que estuviera a tono con esa heterogeneidad.

El pueblo espirituano votó por la dignidad y sus derechos cuando el pasado domingo el 68.54 por ciento de los electores dijo Sí por la aprobación del Código de las Familias, resultado reconocido como irreversible por parte de las autoridades electorales del país y ratificados por Neisa Muro Ríos, presidenta del Consejo Electoral Provincial (CEP).

“Fue una jornada gloriosa para este pueblo que de forma organizada y con disciplina acudió a las urnas, un proceso que no hubiera sido posible sin el arduo trabajo de los más de 6 700 personas que conforman las autoridades electorales, sin los colaboradores y supervisores que velaron por la transparencia del referendo, así como el personal de procesamiento de la información, los informáticos y las entidades y organismos de apoyo”, destacó Neisa.

De los 385 648 electores registrados, acudió a las urnas el 73.91 por ciento, y de ellos 184 078 se pronunciaron a favor, en tanto que el 31.46 votó por el No, en un sufragio donde vale destacar la calidad del voto, ya que del total de boletas depositadas en urnas fueron válidas 268 556, lo que representa el 94.21 por ciento.

Algunos pudieran cuestionarse si los cómputos fueron bajos o especular que, en comparación con referendos anteriores, pocas personas acudieron a votar. Pero también se vota en otras partes del planeta, y por poner solo algunos ejemplos, la participación de los cubanos en este referendo fue mucho mayor que las alcanzadas a la hora de aprobar leyes de países de primer mundo como España (2005: Constitución Europea, el 41.77 por ciento; Reino Unido 2011 (Reforma Electoral, 42.2 por ciento) o Suiza 2021 (Matrimonio igualitario, 52.6 por ciento).

Lo cierto es que a los espirituanos les sobraron razones para que la mayor parte de los electores apostara por una norma que plantea, ante todo, el respeto al ser humano; en él estamos reconociendo y estamos aceptando las diferencias que ya existen en nuestra sociedad, sencillamente es racional, es realista; da las garantías que nos permiten constituir una familia, disfrutar una vida familiar libre de discriminación y violencia; nos da la oportunidad de ser felices, el derecho a existir y además a ser reconocidos, a crecer en un entorno de felicidad, de amor y de comprensión.

Son preceptos que manejaron ciudadanos cubanos de todos los sectores en un encuentro con el Presidente de la República, previo al referendo: no es votar por cualquier cosa: es apoyar la igualdad plena entre mujeres y hombres, el desarrollo pleno de los derechos sexuales y reproductivos; protege tanto la maternidad como la paternidad; promueve el desarrollo responsable; garantiza la igualdad filiatoria, el respeto al libre derecho de la personalidad, de la intimidad, al proyecto de vida personal y familiar que se escoja, y reconoce el cuidado como derecho.

Por eso la convicción de Edilia Alfonso, una trabajadora agropecuaria, que en la puerta del colegio ofrecía sus razones: “No conozco de otra ley en el mundo donde se reconozcan los derechos de igualdad que me aseguran que, aunque yo sea mujer y trabaje en el campo, tenga derechos sobre mis hijos y también como adulta mayor que soy”.

De igual modo sobraron porqués a los cerca de 4 millones de cubanos que también dijeron Sí: no hay un solo artículo que no tenga un basamento en la vida real, porque el código también es Cuba y enseña a ser menos egoístas y a pensar más como sociedad, a ser más inclusivos, a enaltecer a nuestros semejantes, a validar la palabra del Héroe Nacional cuando afirmara: “Ser bueno es el único modo de ser dichoso (…) Solo los necios hablan de desdichas, o los egoístas. La felicidad existe sobre la tierra; y se la conquista con el ejercicio prudente de la razón, el conocimiento de la armonía del universo, y la práctica constante de la generosidad”.

Carmen Rodríguez

Texto de Carmen Rodríguez
Reportera de Escambray por más de 30 años. Especializada en temas económicos.

Comentario

  1. Periodista aunque estoy de acuerdo con la mayoria del codigo de la familia,excepto en la parte que el estado quiere pasar su responsabilidad hacia aquello que trabajaron para el gobierno toda su vida,hacia la familia.La cifra que UD nos da puede interpretarse de otra manera,veamos: de 385 648 electores, votaron SI ,184 078 es decir el 47.73%,menos de la mitad de los posibles Si.Si estoy equivocado espero que UD o un lector me

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