De la misma forma que los productores esperan la época invernal de siembra para ocupar la mayor parte del suelo en la etapa más idónea para la agricultura en nuestra área geográfica, los consumidores también alistan las expectativas y hasta los bolsillos a la espera en este período de surtidos de alta demanda como las hortalizas.
Pese al desafío que implica encarar siembras bajo un escaso respaldo de insumos, la llamada campaña de frío, por sus niveles de plantación, decide el mayor aporte de la comida en el año y si bien los vegetales atraen el interés en este período, las viandasocupan prioridad de cara a su presencia a más largo plazo; mientras el frijol sigue reducido por los impactos de la plaga.
Con una proyección de siembra superior a las 30 000 hectáreas y donde, al decir de los directivos del sector, se inscriben a todos los productores, el diseño de la campaña presupone aprovechar bien cada pedazo de terreno con posibilidades de riego de agua, la alternativa más segura para buscar los mejores rendimientos agrícolas.
Alberto Reina Montiel, subdelegado de la Agricultura en Sancti Spíritus, resaltó a Escambray el marcado interés de acometer la plantación prevista y asegurar la presencia de las hortalizas en el período final de año, al compás de la tradición del consumo. Con unas 19 000 hectáreas cubiertas hasta noviembre, la campaña se enmarca en lo programado hasta ese período, un avance que expresa el empeño de los productores por materializar los propósitos de la siembra invernal.
Según el directivo, la Agricultura persigue asegurar los surtidos que descargan a fin de año, como cebolla, tomate, col, pepino, pimiento, calabaza y yuca; también —dijo— hay un seguimiento cercano a los cultivos rústicos con mayor peso en el autoabastecimiento: malanga, plátano, yuca y boniato, los tres últimos, al igual que las hortalizas, ocupan la mayor área en la plantación.
“Hay garantía de las hortalizas para fin de año y la siembra escalonada que se hizo de estos cultivos va a permitir alargar la distribución de esos renglones; la prioridad en primer lugar son los mercados y placitas de Acopio, pero a partir del Decreto-Ley No. 35 que rige la comercialización, pueden distribuir también las Empresas Agropecuarias, las cooperativas, los propios productores individuales, y se incluyen las ofertas que hacen los puntos de venta de la Agricultura Urbana y particulares”, detalló Reina Montiel.
A escala de consumidores preocupa tanto la presencia como el precio de venta. “Los precios se aprueban en el Comité de Contratación de cada municipio considerando los costos de la producción, los insumos y la mano de obra, sobre la base de buscar un equilibrio entre el costo, el margen comercial y la venta al valor más asequible que permita esa correlación; por ejemplo, si la libra de tomate se compra al productor a 40 pesos, no se puede ofertar por debajo, tampoco con un margen tan separado de ese precio, aunque sí estará distante del precio informal”, acotó Reina Montiel.
Por Decretos no se resuelve el problema de la comida. Seguridad Alimentaria y Nutricional. Y la libra de carne de cerdo cerca de 400 pesos. Cada vez me convenzo más que el problemas de liberar las relaciones productivas del agro cubano . Pasa obligatoriamente POR MODIFICAR EL REGIMEN DE PROPIEDAD DE LA TIERRA EN CUBA.
EL USUFRUCTO COMO FORMA DE PROPIEDAD NO ES LA SOLUCIÓN.. MUCHO MENOS LA ENTELEQUIA ASOCIATIVA DE LAS JUNTAS DE COOPERATIVAS . HAY QUE QUITARLE DE ENCIMA LAS INSTANCIAS BUROCRATICAS AL CAMPO CUBANO. EMPEZANDO POR REDINENSIONAL EL MAYOR MINISTERIO DE CUBA.