Entregando el corazón a Cuba, a esta tierra, a los ideales de Serafín Sánchez Valdivia, a Fidel y a la Revolución: así desfilaron los miles de espirituanos el Primero de Mayo, en una marcha histórica llena de alegría y colorido, donde pudo más la fuerza de la razón que las provocaciones, porque no importan obstáculos, ni exhortaciones malsanas cuando de cubanía se trata.
Con las sonrisas ocultas tras las mascarillas y las voces entrecortadas fluyó el andar del pueblo que, luego de dos años de inactividad en eventos populares debido a la covid, salió al reencuentro lleno de optimismo y esperanzas, convencido de que Cuba vive y trabaja a pesar de las limitaciones, de las carencias de bienes y recursos, de los intentos por asfixiarnos.
Bien lo dijo Ekaterina Gowen Dickinson, secretaria general de la Central de Trabajadores de Cuba en Sancti Spíritus, al referirse a las múltiples razones que tiene el pueblo para celebrar, las mismas que llevaron al sector de la Salud a abrir esta multitudinaria marcha, por el esfuerzo realizado durante la etapa más dura de la pandemia, por mantenerse en la zona roja, dentro o fuera del país, por organizar hospitales en los sitios menos esperados para mantener activos los servicios médicos, por gritar a todo el mundo que hoy la provincia mantiene en cero la tasa de mortalidad infantil, por aportar nuestro modesto esfuerzo al desarrollo de las vacunas.
En cada uno de los 16 sindicatos que representan al movimiento obrero espirituano estuvo también la fuerza de la verdad y la razón, mostrando numerosas iniciativas. Hombres, mujeres, jóvenes y niños llevaban en sus manos las banderas cubanas, pancartas, carteles, pañuelos y, en sus caras, los nasobucos convertidos en mensajes.
No faltó el entusiasmo de los educadores, la firmeza de los combatientes, la alegría de los estudiantes, el entusiasmo de los subordinados a la rama alimenticia, el sentido de pertenencia de los transportistas, la voluntad de los del turismo y los del comercio, la entrega de los comunicadores, la valía de los eléctricos, la determinación de los azucareros, la justeza de juristas y la consagración de los agropecuarios, entre otros.
Como un desfile histórico e impresionante lo calificó Idael Pérez Brito, ministro de la Agricultura, quien estuvo en la plaza Mayor General Serafín Sánchez Valdivia junto a los espirituanos: “Esta ha sido una mañana de orgullo y alegría revolucionaria, donde se patentizó también el compromiso de los agropecuarios de seguir trabajando en la producción de alimentos en aras de desarrollar nuestro país, donde de seguro hay Revolución pa’lante”.
Al calor de esta marcha por el Primero de Mayo, Escambray dialogó también con Yaquelín Baños Torres, secretaria general del Sindicato Nacional de Industria, quien apuntó: “Ha sido un desfile lleno de motivaciones, donde ha participado el pueblo con tremenda energía, alegría y ha mostrado los colores de nuestra bandera; pero además, los espirituanos demostraron que están al lado del proceso revolucionario cubano y, sobre todo, los jóvenes, que cerraron esta marcha con una genuina demostración de amor a la patria y a la Revolución, porque ellos son continuidad”.
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