La creatividad que se respira en la tercera villa cubana rebasa el mismísimo título que, en octubre del 2019 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) le otorgó a Trinidad; inspira las manualidades de los artesanos, sazona las delicias de la gastronomía, anima a los emprendedores y compromete a entidades estatales.
La declaratoria de Ciudad Creativa de la Artesanía y las Artes Populares anima por estos días la celebración del tercer aniversario y el primero que se festeja de manera presencial, después de dos años de confinamiento a causa de la covid. Eventos teóricos, talleres, actividades culturales y una feria en áreas del Centro Histórico de la urbe sobresalen en el programa previsto hasta el 31 de octubre.
Emprendedores locales, nuevos actores económicos y representantes del sector estatal que incursionan en los recientes modelos de gestión encuentran espacios de socialización de experiencias y puntos de encuentro en función de cerrar ciclos productivos y encadenamientos, imprescindibles para estas economías creativas.
La coordinadora de la ciudad ante la Unesco, Claudia Rebeca Guzmán, confirmó a Escambray la intención de generar espacios de intercambio y colaboración, pero no solo dirigidos a expertos, sino al ciudadano común, el primero que debe identificarse y reconocerse como beneficiario de esa condición, otorgada solo a otras dos ciudades cubanas: la Habana y Santiago de Cuba.
“El grueso de las propuestas tendrá lugar entre el 29 y el 31 de octubre; se iniciarán con un evento teórico en el que se presentarán experiencias consolidadas en otros territorios del país; para el sábado se organiza una feria creativa artesanal y gastronómica, donde también se podrán apreciar los proyectos representativos del Valle, entre ellos los tejidos con fibra que se hacen en San Pedro, y como cierre la inauguración de una exposición con los resultados del trabajo de nuestra Escuela de Oficios de Restauración Fernando Aguado y Rico”, agregó la especialista.
Entre las actividades iniciales del programa, el coloquio Ciudad Creativa: un título y Trinidad después de la pandemia invitó a los participantes a mostrar cuán fecunda resultó ser una etapa marcada por el aislamiento social, pero que estimuló el talento y la innovación. Los proyectos Entre hilos, alas y pinceles, Botica Remedios del cimarrón, Entre agujas, Callejas, Siempre a mano, Eco Valle y la experiencia de la sucursal Artex confirmaron que la cultura y la creatividad están llamadas a convertirse en el motor impulsor del desarrollo de Trinidad.
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