Con la voracidad de la mascota que representa —los Tiburones del Sur—, el equipo de Trinidad se abalanzó sobre Sancti Spíritus y le bastaron tres mordidas seguidas para regresar al trono de la Serie Provincial de Béisbol, el octavo que logran en estas lides.
Primero reinaron en su sede, el estadio Rolando Rodríguez, con dos victorias (7-0 y 6-5); la segunda, luego de remontar el marcador de 0-5. Luego fueron irreverentes en el Victoria de Girón y en la emblemática olla de presión ablandaron a sus rivales, al voltear la pizarra cuatro veces para sentenciar la barrida con un 12-9.
Se presentó Trinidad con una combinación de fuerzas entre establecidos y noveles, tal como refiere Osmany Rodríguez, el mánager que levantó su quinto título: “Tenemos un equipo base que siempre ha estado, como Yosmeli Salabarría, Dunieski Barroso, Alberto Rodríguez y Javier Martínez, pero se incorporaron muchachos nuevos como Osdani Lorente y Marcos Zúñiga. En el pitcheo contamos con un veterano como Lázaro Brunet, a quien le pusimos “el Brujo” porque en los juegos cruciales siempre nos ha dado el campeonato, como ahora que vino con bases llenas, el juego empatado y se sobrepuso. A pesar del 3-0, no fueron juegos fáciles, pero supimos remontar en el octavo o noveno, es parte de nuestra dinámica que, aunque estemos perdiendo, siempre salimos a ganar”.
Trinidad tuvo una bujía en el prometedor Osdani Lorente. El hijo de Caracusey, integrante de la más reciente preselección nacional juvenil, tras el batazo decisivo en el segundo juego matizó el triunfo con un jonronazo que, además de cortarles la respiración a sus rivales en las postrimerías del juego, lanzó una señal de poderío y de que en la base puede estar la mejor fábrica para esculpir peloteros.
Desde esa estructura parece explicarse la consistencia trinitaria en los podios de las últimas dos décadas. Así lo considera Miguel Ortega, el director municipal de Deportes, un hombre tan seguro de la victoria que trajo consigo hasta trofeos y diplomas: “Este resultado demuestra que hay que trabajar con la escalera, no se puede improvisar, el deporte lleva ciencia, pero lo importante es que hay que trabajar desde la base. Este equipo se llenó de confianza al ganar los dos primeros; les dijimos que tenían que venir a ganar, en el deporte si ya estás en ventaja no puedes dejar que el enemigo se te acerque, este título es un orgullo para los trinitarios”.
Claro que lo es, porque el público, que abarrotó su propio graderío y acalló con sus congas la del Victoria de Girón, es como un amuleto: “Siempre los acompañamos, somos parte de este triunfo”, sentencia Rolado Hernández, alias Pantera, al frente de la comisión de embullo.
Para lo escueta que fue la miniserie provincial, que contó con más afición que la Primera Liga Élite, al menos pudo premiar a los ocupantes del podio que copó Fomento con su medalla de bronce y a los líderes principales del evento: el mejor bateador, Yasser García, de Sancti Spíritus (con promedio de 516), y el lanzador Yoanny Hernández, quien no permitió carreras en 14 y dos tercios de entrada.
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