Cuando apenas tenía 31 años Carlos Prado Fando comenzó a laborar como radioaficionado. En este oficio ha podido demostrar sus dotes de comunicador, algo que le llegó como una suerte de vida. Desde esta responsabilidad ha logrado mantener la comunicación en situaciones normales y de contingencia, ya sea en medio de huracanes, desastres naturales…, en cualquier escenario donde se dificulte el envío de información.
En este empeño, después de dar su voto por el Código de las Familias, permanece en casa, dispuesto a maniobrar en caso de que se obstaculicen las comunicaciones durante este proceso. “Todos los radioaficionados del municipio sabemos que tenemos que estar localizables por si existe alguna emergencia. A eso nos debemos. Es nuestra misión en cualquier escenario”, apunta con la tranquilidad propia de sus más de 30 años de experiencia.
Mas, aunque todo está garantizado para que no existan contratiempos, a Carlos no le asusta ni el más mínimo de los tropiezos. “Para eso estamos preparados. Tenemos asegurados todos los medios para enfrentar cualquier situación”, explica el radioaficionado.
Y es que este hombre de 61 años de edad sabe que el más alto compromiso de quienes desempeñan esta labor es la defensa de la Patria. “Esa es la tarea más importante de cada uno de nosotros. Hay que ser combativo, ético, integral”, agrega Prado Fando.
Sin embargo, aunque desde su trabajo está ligado al referendo popular del Código de las Familias, como ciudadano se identifica con este documento que no desampara a ninguno de los cubanos.
“El código es inclusivo y lejos de afectar a alguien, protege, ampara, y promueve el respeto. Las familias cubanas han avanzado con el tiempo y ya no son las mismas de años atrás. Por eso, es un privilegio que cada una se reconozca y tenga su respaldo legal”, subraya.
Carlos sabe que no se moverá de casa este domingo. Hasta que no cierren los colegios de su localidad de Iguará estará ahí.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.