Desconozco si el experto meteorólogo espirituano Freddy Ruiz concuerda con mi vaticinio, pero lo cierto es que a partir de este primero de junio el pronóstico del tiempo entra en el semestre pico, no solo porque el inicio de la temporada ciclónica desata una vigilancia muy acuciosa, también porque la amenaza de un huracán despabila hasta el sueño.
Algo así como que entramos en la zafra del pronóstico y durante 183 días —hasta el 30 de noviembre— los meteorólogos usan los radares y satélites como verdaderos binoculares para adivinar la ruta de un fenómeno natural que se desata en esta época en nuestra zona geográfica.
Como siempre ocurre previo al inicio de la temporada, los profesionales del Instituto de Meteorología (Insmet) pronosticaron que será activa porque en ese período pueden formarse 17 ciclones tropicales en toda la cuenca del Atlántico Norte, incluidos el Golfo de México y el mar Caribe, de los cuales nueve podrían alcanzar la categoría de huracán.
Para más precisiones, los especialistas advierten que, de ellos, 12 organismos se desarrollarán en el área oceánica del Atlántico, tres en el mar Caribe y dos en el golfo de México, a la vez que calificaron de elevada la probabilidad de que se origine e intensifique al menos un huracán en el Caribe (60 por ciento de probabilidad) y de que uno de procedencia atlántica penetre en esa subregión (75 por ciento).
El reporte de la ACN, difundido en el sitio Cubasí, subraya que los expertos advirtieron que es alto el peligro de que Cuba sea impactada por al menos un ciclón tropical, con un 85 por ciento de posibilidades y al menos uno con categoría de huracán, con un 60 por ciento.
Vaticinio que guarda relación, de acuerdo con el Centro de Pronósticos del Insmet, con que durante el primer trimestre del año se observaron temperaturas del mar más cálidas que lo normal en la franja tropical del Atlántico Norte y el Caribe. Además, los modelos de pronóstico consultados sugieren el predominio de este calentamiento en el transcurso de la temporada ciclónica, un factor favorable para la formación y auge de los ciclones tropicales en tal cuenca, se subraya.
Más allá del semestre de vigilia que desata la temporada y de la probable cantidad de organismos ciclónicos para la Cuenca Atlántica, lo más importante —advierten siempre los meteorólogos y especialistas de la Defensa Civil—, es estar listos y atentos con el propósito de eliminar y disminuir vulnerabilidades, a fin de proteger la vida y los bienes de la economía popular y personal.
Según la lista aprobada por el Comité de Huracanes de la Región IV de la Organización Meteorológica Mundial, a la cual Cuba pertenece, sus nombres son Alex, Bonnie, Colin, Danielle, Earl, Fiona, Gastón, Hermine, Ian, Julia, Karl, Lisa, Martin, Nicole, Owen, Paula, Richard, Shary, Tobías, Virginie y Walter.
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