Poco a poco han ido apareciendo en ciudades y pueblos de Sancti Spíritus. Sobresalen a través de ventanas o portales, incluso en las salas de las casas, y es quizás la modalidad que más advertimos en nuestro andar diario. Se trata de las ventas de garaje que, en su adaptación a nuestro contexto, no transcurre generalmente en ese lugar de la casa.
Desde que fuera aprobada como modalidad de comercialización para personas naturales y publicada en julio de 2021 en la Gaceta Oficial de la República de Cuba, muchos espirituanos han aprovechado la oportunidad para realizar esta actividad, que no requiere de licencia comercial ni de trabajador por cuenta propia.
Los artículos a comercializar son de uso doméstico y personal; pueden ser usados, seminuevos y nuevos, una regulación que viene como anillo al dedo por estos meses ante el precio exorbitante de las prendas de vestir en el mercado informal, donde unas zapatillas pueden costar 5000 pesos, un pulóver de mediana calidad 1000 pesos, y un vestido 1500, por solo citar algunos ejemplos.
La promoción y los anuncios para las ventas incluye las redes sociales, elemento que contribuye a que incluso varias personas se unan para la organización de la actividad.
Vale decir que a veces la ropa de uso tiene precio de boutique, pero eso está en la jugada de quien vende y —¿por qué no?— del otro lado también está el regateo.
Eso es ropa usada y reciclada. Necesitamos ropa y zapatos nuevos. Ya los inventos se van agotando. Gracias