En un Latinoamericano imponente, Alex Daniel Guerra Garcés salió como los grandes gladiadores. Fuera y dentro del Coloso, la mística que le acompaña por esa presión que despierta en casi todos.
Pero Alex se encaramó regio en el box y desoyó el graderío, las luces, el terreno inmenso. Como armas, unos nervios de acero y el valor de sus veinte años.
“Me preparé física y mentalmente para poner a Sancti Spíritus en el play off delante -relata a Escambray vía WhatsApp con la misma parsimonia con que le vimos a través de la tele-. Un estadio casi lleno, un Latino que siempre exige un poco más, se escucha lo que se comenta que el Latino es algo diferente, que llama la atención, mucha presión, muchas personas mirando el trabajo que estás haciendo, pero me concentré y me enfoqué en mi trabajo.”
“Lo de los nervios es sobre todo concentrarte bien en un objetivo, tener tu mente fija en un resultado, en hacer bien las cosas para que salga lo que esperas”.
Cargaba, lo sabía, una deuda. Tras un debut a lo grande en la Serie 61, la 62 no le dejó buenos sabores en su fase regular: balance de 2 triunfos, cuatro fracasos y 9.93 PCL. “Sentía que le debía al equipo un mejor resultado, las victorias que hacían falta, pero bueno no se pudo y traté de hacerlo ahora que hace mucha falta, o sea caminar los juegos desde el principio y después viene el pitcheo de relevo y hace el trabajo.”
Retirado el primer inning de uno, dos y tres, emergió el presagio de lo que vendría después: “Lo mío era tirar los lances donde debía y dominar bateador por bateador. No me cuidé de ninguno en especifico, de todos tienes que cuidarte porque cualquiera te puede dar un batazo, tratar de montarme siempre arriba en el conteo”.
Inning tras inning, el cabaiguanense se adueñaba de la lomita: “Lo principal fue trabajar a los bateadores en la zona baja para que me conectaran de rolling y la pelota no fuera para los jardines tanto la recta como el cambio, la curva, la slider, todo y las conexiones salieron tal como las estaba buscando».
Lo que muchos no recordaban es que ya Alex sabía domar leones. Su bautismo de fuego en Series Nacionales, apenas hace una temporada, fue justamente ante Industriales, victoria en la que, como ahora, solo los dejó en una carrera.
Más allá de la mitad del partido, la pizarra anunciaba en cero-hits-cero carreras. El hechizo, no obstante, se rompió. Mas ni los dos hits inofensivos que se arrastraron temblorosos por el cuadro, le empañaron una labor encomiable. “Hasta el sexto traté de no mirar que no tenia hits permitidos, lo mío era solo era sacar out por out, me pegaron los dos infield hit y la dirección del equipo, tomó la decisión de que tuviera que venir otro lanzador y así fue».
A esa altura ya el muchacho había acuñado el mejor de sus partidos. En su natal Santa Lucía en Cabaiguán, le ajustaron su traje de héroe. Alex hizo la noticia y le dio a su equipo la victoria que necesitaba para zafarse del abrazo de un éxito y un fracaso con los azules en el play off. Ganó su propia Guerra.
“Es la mejor victoria que he tenido en mi joven carrera deportiva, pero todavía la deuda no está saldada, sigo enfocado en aportar más a los Gallos y que salga el resultado que queremos que es llegar a la final y ser campeones».
Felicidades!!!! Ya superaron las expectativas……ahora todo es ganar…..no se dejen presionar y mucho menos provocar; cosa muy peculiar y recurrente en los play off SS vs Industriales. Éxitos!!!!!