A la Serie Nacional en su versión 62 le queda apenas un tercio, o lo que es lo mismo, 25 partidos de su fase regular. O igual: cinco subseries para repartir ocho plazas hacia la siguiente fase.
Eso es la mitad de los conjuntos que animan la campaña. Y en ese pleito que ahora se tornará campal, los Gallos están inmersos de lleno, aunque para concretar su pase no tendrán el camino expedito, lo mismo que la mayoría de los conjuntos.
Parecía que los espirituanos tomaban un segundo aire, cuando lograron lo que resultaba casi un imposible: barrer 4-0 a los hasta ese momento líderes matanceros en patio ajeno.
Mas el regreso a la valla del estadio José Antonio Huelga no fue del todo feliz, al caer 2-3 ante Cienfuegos, uno de los sotaneros de la tabla. Y mucho peor: apenas batearon ante el pitcheo de los Elefantes en los últimos tres desafíos, al punto de anotar solo tres carreras en 27 entradas.
No fue un buen síntoma, mucho más cuando la campaña entra en etapa de descuento. Así y todo, la tropa de Lázaro Martínez logró mantenerse en zona, aunque pegada al borde de llamada zona roja.
Su balance de 25-23 la mantiene en el sexto puesto, alejada a cuatro partidos del líder Santiago de Cuba (30-20).
Pero no hay aún garantías de boleto para ningún elenco. La lucha por los primeros ocho lugares se mantiene muy férrea con escasas diferencias entre todos los equipos, sin contar que algunos, incluidos los espirituanos, tienen partidos pendientes que quizás haga falta realizar.
Veamos. Muy pegados a los yayaberos se encuentran los avileños (24-23), en séptimo, a cuatro y medio de los líderes y entre los puestos del ocho al 10 están abrazados Villa Clara, Pinar del Río y Las Tunas, todos con 24-24, a cinco encuentros de los santiagueros.
Encima, la lucha es carnal. Mayabeque (29-20), a medio juego, y Artemisa (28-20), a un juego, están muy pegados al primer lugar. Luego en cuarto aparece Matanzas (27-22), a dos juegos y medio, y Holguín (26-23), a tres y medio.
Hacia abajo, los conjuntos no miran la cima, sino a la línea divisoria de la zona de clasificación y casi todos tienen aún opciones.
Isla de Isla de la Juventud (24-25, en el onceno) está a medio juego de esa zona, Industriales en el duodécimo (23-26), a juego y medio, Granma y Camagüey (22-28) comparten los puestos 13 y 14, a tres; Cienfuegos se encuentra en el penúltimo lugar (20-29), a cuatro y medio, y en el sótano, Guantánamo (18-31), a cinco y medio.
De esa pugna, los Gallos han salido bastante bien librados.
Una de las mayores incógnitas, su pitcheo, ha respondido hasta aquí, sobre todo de la mano de sus relevistas. Con las ausencias notables de sus dos principales cartas el pasado año, suena hasta raro que hoy, de manera general, los lanzadores espirituanos sean los segundos del país en efectividad con 4.34 PCL, solo superados por los santiagueros, y por encima de la media del país de 5.05 PCL, además de ser los cuartos en bateo contrario: 279.
Como apuntaba, tal desempeño tiene a los relevistas como principales protagonistas pues son líderes en efectividad con 3.61 PCL además de ser los segundos que menos le batean con 255. Con ello han llevado el peso del equipo, al punto que archivan más de la mitad de las victorias del elenco: 16 con solo seis derrotas, mientras los abridores cargan con negativo balance de solo nueve triunfos y 17 descalabros, además de acumular 5.11, por encima de la media y en el onceno lugar.
Y en ese protagonismo, varias de las figuras jóvenes han sobresalido, entre ellos José Isaías Grandales, quien es el máximo ganador del conjunto con 6-2 y con el tercer mejor PCL entre todos los lanzadores de torneo: 2.05.
Otro que ha respondido a la altura de su calidad es Yankiel Mauris, con 5-1, cinco salvados y 2.43 PCL; José Luis Braña, 4-2, 4.46 PCL. Aunque solo ha logrado dos triunfos y tiene cuatro derrotas, Fernando Betanzo (2.98 PCL) ha tenido buenas aperturas, lo mismo que Miguel Neira (1-2, 4.43). Y en los cierres Yaniesqui Duardo ha sido de lo más relevante con 3-3, nueve salvados y 0.99 PCL.
Aunque ha mejorado en sus últimas salidas, la campaña ha sido muy fatal para Ariel Zerquera, con 1-6 y 5.49 pcl y Alex Guerra, aunque ha trabajado menos, no ha podido hacerse justicia con 0-2
Con el madero, Lázaro Martínez ha debido hacer malabares para aprovechar los mejores momentos de cada jugador, lo cual le ha impedido hacer, siempre, una alineación estable dentro de una misma subserie.
La merma ofensiva ante Cienfuegos se expresa en el descenso del average colectivo a 274, el tercero más bajo de la justa y por debajo de la media general: 291, una tendencia que se manifiesta cuando hay corredores en base.
Ahí los Gallos batean para 277 con una baja productividad. Las carreras anotadas: 244 representan un promedio de 4.8 por partido, casi lo mismo que permite su pitcheo. Además, de 690 corredores encontrados en posición anotadora, solo se han traído para el plato 155.
La defensa de los espirituanos ha sido discreta con más de un error por encuentro: 57 y un promedio de 968, idéntico a la media de la campaña, mientras con 50, es el cuarto elenco que menos dople play fabrica.
Desde el punto de vista ofensivo, los dos tercios trascurridos tienen en Frederich Cepeda al líder indiscutible, madero en mano. El Gallo mayor compila 348, es el máximo productor de carreras con 25 anotadas y 40 empujadas, con once jonrones, y líder en OBP: 537, en OPS: 1.182, en boletos: 59 y segundo en slugging: 645.
Otros han aportado mucho como Rodolexis Moreno: 330, segundo productor de carreras del elenco 38 y 24 y Lázaro Fernández: 32, (37 y 19) y Alexis Miguel Varona quien ha mejorado mucho de una campaña a otra: 293 (16 y 15).
En el caso de Yunier Mendoza ha mermado su rendimiento, aunque se mantiene sobre los 300: 303 (15 y 16) y Alberto Rodríguez, quien mejoró algo como un improvisado cuarto madero ante Cienfuegos, pero puede aportar mucho más que sus 230 y 30 carreras producidas: (17 y13).
Este martes los Gallos inician el cotejo particular ante Ciego de Ávila, como visitantes. Luego seguirán fuera de casa vs Villa Clara y Holguín y cerrarán en casa ante Granma y Las Tunas.
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