El corazón le late con la ciudad y aunque no desanda sus calles vive pendiente de ellas y de su gente: aun con la salud quebrantada está ahí, dispuesta a contribuir, a dar. Y es que de su sapiencia se han nutrido muchos.
Hija ilustre de una de las urbes más conservadas de América, integró el pequeño grupo de intelectuales que salvó la ciudad. Ella aportó a su inscripción en la lista del Patrimonio Mundial.
Silvia María (Teresita) Angelbello Izquierdo es pionera en la restauración del Centro Histórico de Trinidad. Fundó los museos Romántico y de Arquitectura Colonial, pero fue más allá: su madera de arqueóloga la llevó al Valle de los Ingenios. Allí buscó y halló evidencias. Supo de amos y esclavos, de azúcares a fuerza de látigo.
Los sitios arqueológicos San Isidro de los Destiladeros y Guáimaro abrazan su impronta. Y es que formó parte del convite de expedicionarios que develan misterios de la tierra. Sus excavaciones hablan en los libros.
El Taller de Arqueología Centro Sur de Cuba es un referente hoy. El museo de Arqueología Guamuhaya es el otro: la casa grande de Teresita, por años directora.
Entre sus paredes de mansión decimonónica recibió uno de los galardones que la eternizan como apasionada por las chinas pelonas y los edificios de antaño: el Premio Por la obra de toda la vida que entrega la Comisión Nacional de Patrimonio. Le llegó de manos de la Doctora Martha Arjona Pérez, su presidenta entonces.
Como investigadora consagrada se llevó otro galardón, el otorgado por la Delegación Provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Sancti Spíritus, también Por la obra de toda la vida.
La incursión de Silvia María (Teresita) Angelbello Izquierdo en más de 70 eventos científicos le ha tributado otros reconocimientos de los cuales no se siente dueña absoluta.
“En pocas palabras no se puede resumir la vida, se resume parte de los resultados, las cosas formales, el diploma que se recibe, pero lo que es la pasión con que uno trabaja y el disfrute de la obra realizada no serán capaces nunca de recoger los papeles, sino las personas que estuvieron junto a nosotros en cada momento”.
El Premio Único de las Artes que otorga la Asamblea Municipal por el cumpleaños 509 de la ciudad, la Medalla Raúl Gómez García del Sindicato de Trabajadores de la Cultura y otras distinciones ensalzan a la también escritora de obligada consulta para quienes deciden husmear en las ciencias, la historia de Trinidad.
Cuesta trabajo resumir la vida profesional de Teresita, intensas son sus facetas, pero me inclino por una en particular, la de trinitaria fiel y consagrada que, a fuerza de voluntad y desvelos, salvó la ciudad.
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