El Premio Nobel de la Paz y activista argentino Adolfo Pérez Esquivel abogó este lunes por la unidad de la Patria Grande en la defensa de la democracia y en la lucha contra el lawfare (guerra jurídica).
Durante la inauguración del III Foro Mundial de Derechos Humanos en el Centro Cultural Kirchner, Pérez Esquivel denunció la persecución contra líderes como el ecuatoriano Rafael Correa y la argentina Cristina Fernández, además de condenar los golpes de Estado perpetrados en Bolivia y Perú.
Los derechos humanos y la democracia son valores indivisibles. Si se violan los primeros, la segunda se debilita y deja de serlo.
Hoy están presentes aquí personas de todas partes del mundo para construir nuevos caminos, definir hechos concretos y profundizar las políticas públicas, señaló.
Las democracias están en peligro y debemos fortalecerlas, hacerlas verdaderamente participativas. También hay que realizar una reforma judicial. No podemos seguir con jueces cómplices porque perdemos las conquistas y todos somos víctimas del lawfare, añadió.
Asimismo, insistió en la necesidad de buscar la unidad en la diversidad.
No todos pensamos igual, pero debemos tener objetivos comunes. Democracia es derecho e igualdad para todos y eso no se regala, sino que se construye, aseveró.
Por otra parte, resaltó la importancia de preservar la memoria colectiva, pues “los pueblos que la pierden vuelven a cometer los mismos errores”.
Seamos realistas, pidamos lo imposible. Unámonos para cambiar nuestro país y el mundo, dijo.
A su vez, el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, recordó a las miles de víctimas de las dictaduras en América Latina y reconoció la labor de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo.
En los peores momentos, tuvieron el valor que solo puede tener una madre y llevaron a cabo una lucha que surge del amor, de la desesperación ocasionada por la pérdida de un hijo. Nunca perdieron el objetivo de reclamar la verdad, la memoria y la justicia, de buscar a los desaparecidos, indicó.
Además, aseguró que, con la llegada de Néstor Kirchner (1950-2010) al Gobierno, Argentina recuperó su historia e identidad, los genocidas fueron condenados y se llevó adelante una política integral reparatoria.
En la actualidad, el lawfare es la manera que tiene el poder real de intervenir los procesos democráticos. Quieren impedir que los proyectos políticos cumplan lo prometido en campaña y estigmatizan y proscriben a los candidatos que pueden llevar adelante un sueño, aseveró.
Por su parte, la representante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida, instó a defender lo que tanta sangre costó y exigió que avancen las investigaciones sobre el intento de asesinato a la vicemandataria argentina, el 1 de septiembre de 2022.
Sigan defendiendo los derechos humanos y el principal de ellos que es la vida. No bajen los brazos. Se lo decimos nosotras, las locas, que, a pesar de los bastones y sillas de ruedas, seguimos de pie, afirmó.
El neoliberalismo atenta contra la vida
El presidente argentino, Alberto Fernández, aseveró que el neoliberalismo atenta contra la vida e instó a defender los derechos y la democracia como instrumentos de igualdad social.
Durante la inauguración del III Foro Mundial de Derechos Humanos en el Centro Cultural Kirchner, el mandatario resaltó la importancia de celebrar ese evento en esta nación, la cual conmemora en 2023 cuatro décadas del fin de la última dictadura cívico-militar (1976-1983).
El pueblo argentino hizo de los derechos humanos una verdadera política de Estado. El camino no fue fácil y requirió más de 40 años de lucha, saberes y memorias vitales que iluminan el presente y nos dan una imagen del futuro.
Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo son las parteras de nuestra democracia. A ellas, verdaderas guardianas de la patria, toda nuestra gratitud y reconocimiento, afirmó.
Hoy están presentes los 30 mil detenidos desaparecidos en nuestro país. Recuperamos la democracia cuando parecía una quimera, nos levantamos en un grito unánime diciendo “Nunca más”.
Estuvimos en las calles contra el indulto y el punto final, volvimos a juzgar a los genocidas y a los represores, y ellos terminaron en las cárceles. Argentina tiene una historia que debemos honrar y continuar, añadió.
Asimismo, reiteró el compromiso de su Gobierno con la búsqueda de los cuerpos de las víctimas de la dictadura.
El trabajo de los equipos de antropología forense y los organismos de derechos humanos es reconocido en todo el mundo y es orgullo nacional. Exigimos que los represores digan dónde están los compañeros que nos faltan. Hablen ahora porque la historia se los va a reclamar, dijo.
Además, manifestó la voluntad de encontrar a los niños separados de sus padres en aquellos años y que hoy desconocen su identidad.
Cada nieto recuperado es la expresión más vital de las políticas de memoria, verdad y justicia, aseguró.
El presidente cuestionó las irregularidades en algunos procesos contra genocidas y señaló que cada represor debe cumplir su condena en una cárcel común sin beneficio alguno.
Todavía tenemos pendiente una reforma judicial para que ese sector deje de actuar como brazo ejecutor de los poderes fácticos, indicó y denunció la persecución contra líderes como el ecuatoriano Rafael Correa, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el boliviano Evo Morales y la argentina Cristina Fernández.
No hay posibilidad de convivencia entre proyectos políticos neoliberales, reaccionarios, conservadores y de ajuste, y una verdadera política que garantice los derechos humanos de todos. Quienes niegan el terrorismo de Estado son los mismos que quieren una sociedad oprimida y empobrecida, apuntó.
Las dictaduras en Argentina, Chile, Uruguay y otros países de la región fueron laboratorios para las políticas neoliberales que arrasaron después.
Hoy enfrentamos amenazas múltiples y una avanzada de fuerzas antidemocráticas promueve nuevamente la xenofobia, la intolerancia, el odio de clase y de género, alertó.
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