Como un importante evento de base para identificar y socializar experiencias que tributen a la cadena porcina del país desde la premisa que rescatar esta producción tiene como punto de partida la genética, fue considerado el taller territorial sobre esta actividad realizado en Sancti Spíritus y al cual asistieron representantes del país y de las provincias de Cienfuegos, Villa Clara y Ciego de Ávila.
El evento aglutinó una cantera de profesionales de la rama genética, la Universidad espirituana, de instituciones del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, así como ponentes de las cuatro provincias centrales que expusieron investigaciones relacionadas, entre otros temas, con el aprovechamiento de los residuales porcinos como fuente renovable de energía.
Otras exposiciones versaron sobre el uso del parque solar fotovoltaico, visto como una fortaleza en el horizonte productivo y económico, y la pertinencia de retomar la incorporación de la zeolita en la dieta animal.
Asimismo, se destacó la pertinencia de buscar una raza genética que se adapte a los factores externos entrelazados con la variabilidad climática y de respuesta a la producción desde dos variantes: a partir de alimentos importados o producidos internamente, a sabiendas de que tales renglones compiten con la dieta de los humanos.
Trascendió, también, la necesidad de fortalecer la formación de fuerza técnica que tribute desde el conocimiento al rescate de la producción porcina, a la vez que se insistió en la importancia de la salud ambiental y animal como exponentes que cuentan en la cadena de crianza y producción.
Los trabajos expuestos tuvieron como eje temático común la urgencia de revivir la producción porcina a tono con la preponderancia alimentaria de la carne de cerdo en la dieta popular, bajo el imperativo de buscar incrementos productivos desde el adecuado empleo de los recursos agua, suelo y energía para buscar impactos sostenibles.
Edith Manso Machado, directora de desarrollo de la Empresa Genética Porcina, destacó a Escambray que actualmente para encauzar esta actividad en el país se cuenta con cinco razas puras y una línea terminal, fruto del desarrollo científico técnico en esta área.
“La Empresa Genética tiene la responsabilidad de preservar y desarrollar este proceso racial con la finalidad de entregar animales a los centros multiplicadores de las Empresas Porcinas y a otros programas priorizados insertados en la producción especializada, con el fin de recuperar este importante renglón alimentario”, señaló.
Destacó Manso Machado el trabajo que despliega esta entidad en aras de lograr que todos los productores, en cualquiera de las formas de agrupación productiva, también puedan tener dentro de su masa básica un potencial genético que les permita hacer una producción más segura. “En la medida que la masa tenga una mejora, los indicadores de eficiencia, reproductivos y productivos serán superiores”, concluyó.
Desde el punto de vista del desarrollo todo bien, pero el resultado en toneladas de carne, está muy por debajo de años anteriores, que es lo que se necesita, la situación económica está clara, pero en buen cubano la Malanga en el saco es lo que hace falta,