Convencidos de que sin reproducción y siembra de peces no habrá, a la vuelta de unos meses, alimento proteico en el plato de los espirituanos, están hoy los acuicultores de la provincia, que este año se enfrascan en reproducir, mayoritariamente, alevines de ciprínidos, destinados al cultivo extensivo, una cifra que debe andar por los 36 millones, en aras de repoblar los 123 embalses pertenecientes a la Pesca y a otras empresas del territorio.
Se trata, al decir de Mirian Solano Valle, directora en funciones de la Acuicultura, de una estrategia aplicada a nivel de país para paliar el déficit de pienso utilizado en la cría intensiva y semintensiva de tilapias y clarias, especies que podrán obtenerse a partir del segundo ciclo reproductivo en la Estación de Alevinaje, pero en muy pequeñas cantidades, pues el grueso será de ciprínidos.
Para asumir este reto se cuenta con los progenitores que conforman el banco, ya sea de carpas blancas, manchadas, amuras y labeo, destinados al desove y la fecundación en la sala de “partos” de la propia Estación, ejemplares de alta calidad genética, con los cuales se garantiza la continuidad de la especie.
La propia Miriam explica que a partir de este 15 de abril rompe la siembra de peces por los embalses radicados en Jatibonico —donde desde hace tres años no se depositaban alevines—, al disponer hoy de los recursos y el combustible que demanda tan delicada actividad. Luego pasarán a Cabaiguán y en junio se iniciará, de manera alternativa, la repoblación en el resto de los embalses de la Pesca y los que se subordinan al sector de la Agricultura.
En tanto dijo que este momento se supervisa, pues en el mismo participan desde el técnico y el especialista en acuicultura de la presa, hasta el jefe de Producción de la Unidad Empresarial Acuiza y parte de los pescadores.
Sin embargo, a la Zaza, a diferencia de etapas anteriores, este año le bajaron la cuota de alevines, pues solo se destinará el 80 por ciento de la producción. Según los expertos ha existido una sobredosis de repoblación, con casi el 95 por ciento de lo obtenido en la Estación, proceso que estuvo asociado al déficit de combustible para acceder a otros embalses, y a la cercanía del mayor de los acuatorios, donde se estima que exista un alto número de especies, con poco alimento natural, lo que incide en las bajas tallas y peso de las carpas que se logran capturar.
No creo q la familia de las carpas resuelva el déficit de alimentación de la población pues de esas especies solo se ve el comercio de labeo y amuras y de forma ilegal. El resto solo sirve para pienso animal pues no tenemos costumbre de comer carpas.
Nuestra población consume tilapia y claria en grandes cantidades, toda la q sean capaz de vender, pero no carpas.