Donald Trump se convirtió en la semana que culmina hoy en el primer expresidente en la historia de Estados Unidos en enfrentar cargos penales, tras comparecer ante una corte de justicia de Nueva York por varios presuntos delitos.
El exmandatario (2017-2021) se presentó el martes ante un tribunal en Manhattan donde lo imputaron de 34 cargos penales graves, entre ellos la falsificación de registros comerciales y la conspiración en relación con múltiples pagos de dinero por silencio, de lo cual se declaró inocente.
Su llegada a la corte provocó estrictas medidas de seguridad y una escena caótica alrededor del juzgado en el bajo Manhattan.
Partidarios y críticos del ex inquilino de la Casa Blanca se reunieron frente al lugar, mientras otros manifestantes anti-Trump vitorearon cuando entró al edificio.
Luego de salir del tribunal, Trump ofreció un discurso desde su residencia de lujo en Mar-a-Lago, Florida, donde lanzó una larga diatriba contra el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, quien lo acusó por el caso relacionado con la compra del silencio de la actriz de cine para adultos Stormy Daniels, en 2016.
El agravio caracterizó su oratoria y, como era de esperar, dijo que es una víctima de la persecución y arremetió contra lo que llamó un sistema judicial «sin ley» empeñado en acabar con su carrera política, teniendo en cuenta que entró en la contienda por ganar la nominación republicana para las elecciones de 2024.
Según expresó, nunca hizo nada ilegal y advirtió que los cargos contra él nunca debieron presentarse.
También atacó al magistrado Juan Merchán, que preside el caso, a quien calificó de «juez que odia a Trump».
«Quieren atrapar al presidente Trump a cualquier precio», señaló al afirmar que lo ocurrido «es un insulto a nuestro país» y «el mundo ya se está riendo de nosotros».
Estas declaraciones del exjefe de la Casa Blanca ocurrieron delante de un numeroso grupo de simpatizantes que incluyeron aliados como la congresista republicana Marjorie Taylor Greene, una de las que se apostó en las afueras de la corte de Manhattan para apoyarlo.
Sobre el expresidente 45 recaen otras pesquisas en curso, entre ellas una por sus esfuerzos para anular los resultados de las elecciones que perdió en noviembre de 2020; por su papel instigador en el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio federal, y el hallazgo de documentos clasificados en Mar-a-Lago.
El actual abogado del exgobernante, Joe Tacopina, alardeó de las cifras de recaudación de su cliente pese a todo este escándalo y alertó que se prepara «para una batalla».
A inicios de semana, el equipo de campaña del expresidente notificó la recaudación de más de cinco millones de dólares desde que se informó la noticia de su acusación.
De ese total, más de cuatro millones de dólares se recibieron en las primeras 24 horas después que se hiciera pública la imputación criminal contra el magnate, y más de un millón al día siguiente, comunicó un miembro del equipo del exgobernante al sitio web de noticias Axios.
Más del 25 por ciento de la contribución inicial, señalaron los colaboradores del exmandatario, provino de donantes que lo hacían por primera vez.
Nunca antes un expresidente se había enfrentado a un conjunto de investigaciones federales, estatales y del Congreso tan amplio como Trump, quizás son las consecuencias de una carrera empresarial y, al final, política que ha vivido al límite o tal vez por encima de cualquier límite, indicó el periódico The New York Times.
(Con información de Prensa Latina)
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